¿Era buena idea? Sólo iba a ser una salida pequeña, nada del otro mundo.
Ella estaba muy nerviosa, ¿cómo es que llegó a tener una salida con el chico que tanto le gustaba?
Oh, las regularizaciones de matemáticas.
HyeSun pensó que en estas vacaciones no se quedaría sin hacer nada, y la mejor manera para aprovechar las vacaciones, tener dinero fácilmente y utilizar lo que tenía de conocimientos, lo más fácil fue dar regularizaciones a niños que lo necesiten.
Tanto ella como su madre se encargaron de promocionarla, su madre tenía conocidos que tienen niños pequeños, eran más fáciles de tratar que un adolescente estúpido.
En fin, terminó teniendo algunos niños que no se les dificultaba mucho las matemáticas sólo eran pequeñas correcciones a excepción de una, Kim Eunji, aquella niña se le dificultaba mucho cualquier tema, pero no sólo eso le llamaba la atención, si no que para colmo un día se enteró de que es hermana del chico que tanto le gustaba.
...
―Eunji, ¿no vendrá tu mamá por ti? ―le preguntó a la pequeña, ya era la última en su casa, donde daba sus pequeñas clases.
―Se supone que si vendría por mí. ―la niña miró al suelo, suspiró fuertemente.
Siempre algo así le pasaba a la pequeña, cuando ella pensaba que su madre estaría ahí como juro, por algún inconveniente en su trabajo no podía.
HyeSun se arrodilló en frente de la pequeña que tenía sus dos "colitas de caballo" algo chuecas, y le sonrió tratando de tranquilizarla.
― ¿Qué te parece si hacemos algo mientras esperamos a tu mamá?
La niña asintió un poco más feliz, pocas personas querían hacer algo con ella, siempre la ignoraban a excepción de su hermano mayor.
Las dos estuvieron jugando en la tarde con las muñecas que aún conservaba HyeSun, Eunji no se había divertido tanto, ni con sus amiguitas que siempre le contaban que jugaba con sus hermanas mayores.
Eunji y HyeSun terminaron comiendo galletas con leche, la pequeña ya no se veía tan triste como al principio, todo estaba en calma hasta que se escuchó el timbre de la casa.
―Vine por mi hermana. ―HyeSun quedó sorprendida por ver quién le hablaba, quedó como estatua―. Lo siento, lle-llegué algo tarde.
El chico trataba de recuperar el aliento, acababa salir de su trabajo de medio tiempo en una cafetería, le había avisado tarde su madre de ir por su pequeña hermana, se veía bastante apenado por el retraso.
― ¡Eres un irresponsable SeokJin! ―le gritó la pequeña, con sus brazos cruzados haciéndose la enojada, pero ella seguía comiendo sus galletas y algunas de HyeSun.
―Eunji, ya dije que lo siento. ―el chico se rasco la nuca por el nerviosismo de que lo regañará enfrente de una chica, que seguía ahí parada sin decir nada―. Oh por cierto, Kim SeokJin.
―Oh, Choi HyeSun. ―murmuró cuando por fin reaccionó.
―Eunji, ya hay que irnos. ―la niña de quejó, pero terminó sus galletas y terminó haciéndole caso a su hermano―. Perdona las molestias.
―No fue ninguna molestia. ―HyeSun sonrió y acaricio el cabello de la pequeña―. Fue un gusto cuidarla.
― ¡Molestia tú! ―le gritó a su hermano la pequeña.