Amor, Psicopata Amor [Version Larga]

Capitulo Uno

Siento que alguien me observa pero, no se quien es.

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Capitulo I

—¿Mamá? —se oye la pregunta a lo lejos mientras se ve la silueta de una joven mujer de tez morena y cabellos negros rizados.

—¡Clarisa ven! —se oye y se ve a esa misma mujer llamando a alguien por su nombre.

—¿A donde Madre? —pregunta dando un paso al frente.

—A un lugar lejos del dolor. —Sonríe y se da la vuelta mientras empieza a caminar.

—Madre, Madre, ¡MADRE! —grita persiguiéndole, pero no la alcanza y todo en cuestión de segundos se vuelve negro.

[***]

—Madre, ¡MADRE! —se oyen gritos de una habitación junto a sollozos.

Fuera de la habitación en el pasillo, se escuchan pasos apresurados y rápidamente una puerta abrirse fuertemente, dando en la pared.

Un hombre de tez clara y cabellos negros camina rápido hasta la joven que llora con lo ojos cerrados, gritando por su madre y esta permanece dormida aun.

—Clarisa. Despierta. —la agarra de los hombros y la sacude suavemente.

—Má.... —solloza para empezar abrir los ojos que derraman algunas lágrimas... —Padre. —lo mira llorando.

—¿Otro sueño con tu madre? —la ve asistir y él la atrae sobre su cuerpo, abrazándola por la cintura sentandola sobre sus piernas.

Clarisa abraza a su padre llorando, aferrándose al cuerpo del hombre sin importar que permanece solo con su camisón de dormir que es un pantalón muy corto y una camisa sobre su ombligo.

—Clarisa debes dejar de torturarte. —abraza más a su hija, pasando su mano suavemente por la espalda de ella, consolandola.

—La ex-extrañó. —apoya su cabeza en el hueco del cuello de su padre, mientras habla entre cortadamente. —Mucho.

—Yo tambien la extraño, pero hay que superar esto, no puedes quedarte en esto torturandote, con esos sueños.

Separa su cabeza del cuello de su padre. —Ella, Mamá me llama. —llora más amargamente.

Se sorprende. —Tu no puedes ir con ella, debes estar conmigo, Mamá sabe que te falta mucho aun para acompañarla en el cielo. —pasa un de sus manos por la mejilla de la joven.

—Lo se, pero ella tampoco debió ir-irse. —se le quiebra en lo ultimo la voz.

—Era su destino. —dice triste.

—Parece que fue ayer, que se fue. —Se vuelve abrazar a su padre.

—Si, aunque fue ya hace tres meses...

[***]

Cuatro dias después...