Capitulo 56: Primer día en casa

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9 de junio, Wendy abrió un y vio su despertador, 8:30. Ya se había olvidado de que estaba en casa, pues estaba esperando a que Peter entrará gritando para despertarla, pero no fue así. Se frotó los ojos, observó todo su cuarto y decidió levantarse de la cama.

Se acerco a la radio y la encendió. Sonaba Paradise de Coldplay, "me encanta esta canción" pensó y después se encaminó hacia ala ducha.

Cuando terminó de ducharse, desenredo su pelo frente al espejo y con el cuerpo envuelto en la toalla, a medida que pasaba el peine podía sentir que se relajaba más y más. No dejaba de mirar las diferentes heridas y moratones al rededor de su cuerpo. Después de eso, fue a su armario y escogió la ropa para afrontar el día, unas mallas azules oscuras, una camiseta blanca con estrellas negras, unas cómodas deportivas y una sudadera granate.

Bajo las escaleras y entro en la cocina, donde su madre seguía cocinando. Su padre no estaba, así que supuso que ya se habría marchado a trabajar al banco.

Wendy: Buenos días mamá.

Madre de Wendy: Buenos días cielo.

Wendy empezó a desayunar como si no hubiera un mañana. Durante aquellas semanas no había comido mucho, pero si había echo ejercicio, lo que hizo que perdiera peso.

Durante ese día no iría a clase, dado que se pasaría la mañana en el medico y esa tarde su madre le había cogido hora con una psicóloga.

Se montaron en el coche y se encaminaron hacia el medico. Poco después de ponerse en camino Wendy encendió la radio.

Madre de Wendy: No puedes estar sin música ¿eh?

Wendy: *rió* No.

Madre de Wendy: No se como has aguantado sin ella.

Wendy: He estado bastante entretenida.

Madre de Wendy: ¿Peter Collins tiene algo que ver con eso?

Wendy: Mamá, ya te lo conté todo anoche. Peter me ha cuidado bien, estoy bien y en casa ¿no?

Madre de Wendy: Lo siento Wendy, es sólo que me agrada que estés en casa, y como es normal me gustaría saber todo lo que te ha pasado.

Wendy: Ya os lo he contado todo mamá.

Madre de Wendy: Vale, esta bien. *sonrió*

Minutos más tarde, ya habían llegado al hospital. Una enfermera bastante joven llamó a Wendy a la consulta, la peso, le hizo unos análisis, comprobó su estado médico... y un montón de pruebas más que a Wendy se le hacían eternas.

A las dos de la tarde salieron del hospital y fueron a comer a una de las hamburgueserías favoritas de Wendy. Su madre iba mirando los resultados de los análisis. Todo estaba bien, y para sorpresa de Wendy, había dado negativo en drogas, al parecer, los efectos de esa droga se pasaban rápidos.

Esa tarde, Wendy la pasó con una psicóloga. Se llamaba Tiana y era bastante simpática. Le contó toda su aventura y sus motivos. Tiana le dijo que crecer era inevitable pero no por eso tenía motivos para escaparse. Sus padres no le habían castigado pero ella ya tenía suficiente cargo de conciencia.

Cuando llegaron a casa, su padre ya había preparado la cena, una cena deliciosa. Cuando terminó de cenar subió a su cuarto dado que al día siguiente, para su desgracia, volvería al instituto para recobrara la normalidad cuanto antes.

Wendy estaba sentada en su cama desenredando su pelo frente a su espejo cuando escucho unos golpes en su ventana, dejo el peine encima de la mesa, y al descorrer las cortinas vio a Peter sentado en el árbol esperando a que abriera la ventana.

Peter: Hola Wendy, cuanto tiempo. *dijo irónico*

Wendy: Hola Peter.

Peter: ¿Que tal tu día en casa?

Wendy: Bueno, no ha sido del todo malo, he estado en el medico y en el psicólogo.

Peter: ¿Psicólogo? *dijo extrañado*

Wendy: Si, en una persona que te ayuda con tus problemas.

Peter: Pero tu no tienes problemas ¿no?

Wendy: Peter, me escape de casa.

Peter: ¿Y que tiene eso de malo? *vacilo*

Wendy: Idiota. *rió* ¿Que tal vosotros?

Peter: Bien, pero se te echa de menos.

Wendy: Yo también os echo de menos, pero este es mi lugar.

Peter: Lo se. *dijo desviando la mirada*

En ese momento alguien tocó la puerta de la habitación. Wendy, actuado por instinto y empujo a Peter justo cuando su madre entró por la puerta.

Madre de Wendy: Wendy, cielo, deberías irte a la cama. Mañana te toca madrugar.

Wendy: Vale mamá, ahora voy.

Su madre sonrió y se marchó, Wendy respiro aliviada y después miro por la ventana y vio a Peter colgado de la rama.

Wendy: Lo siento, pero mi madre te iba a pillar. *dijo entre risas*

Peter: Esta bien, pero no tiene gracia. *bajo del árbol* ¿Nos vemos mañana?

Wendy: Claro.

Se sonrieron mutuamente. Peter se marchó y Wendy nada más meterse en la cama, se quedó profundamente dormida.

El autentico país de nunca jamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora