Esperándote( Billdip Fanfic)

Capitulo 3.

La luz entraba por su ventana, la pila de papeles a su alrededor cubría gran parte de sus apuntes, su rostro escondido entre sus brazos, habían pasado 3 meses desde que había salido por lo menos al jardín. Estaba tan cansado, parpadeo varias veces para ver la persiana entre abierta, la luz le maltrataba sus ojos llenos de ojeras.

Su alarma inicio con un pitido chillón, anunciando que eran las 7 de la mañana, en ese mismo momento la puerta se abrió dejando pasar a un adulto con una barba larga y color plata.

-Vamos Jeff, ya casi acaba todo, solo faltan 2 maquinas, y son para esta semana...-Abrió de par en par las costinas color doradas y finas. El joven soltó un gruñido de enojo y se cubrió el rostro con las manos.

-¡Solo déjame morir ya!- Grita el chico de cabello dorado, mira el techo de su habitación. No había dormido en los últimos 3 días por terminar 43 maquinas de ganado, el viernes tenían que entregarlas, aunque eran súper genios no eran maquinas y necesitaban dormir.

-No exageres... Podrás dormir un poco después de acabar esto...-Le dijo el viejo Mc. El chico de quedo mirándolo con un semblante serio, esas ojeras le daba un toque profundo y hostil al rubio. Esto hizo que una corriente de electricidad corriera por la espina dorsal de McGucket.-Ya basta chico, solo termina esta y yo terminare la otra.-

-Ya la termine, solo falta la que estoy empezando.- Dijo mientras señalaba a un lado de su escritorio unas piezas unidas por un metal delgado. Lo tomo y lo puso en el armazón de la maquina.-Solo se tiene que soldar. ¿Usted lo hace?-

-Si chico, solo antes de dormir, ve a la tienda a comprar algo de comer para la tarde.- Comento el anciano sacando su billetera y dándole unos billetes a Jeff.

-Si, en un rato vuelvo...- Se levanto de la silla, se puso sus botas y una bufanda con su conjunto de gorro y guantes para salir al frio clima. Era Enero, todo estaba nevado, caminó, camino abajo, hacia la ciudad. Paso por la cabaña del misterio, estaba cerrado, se detuvo a ver aquel lugar, recordó a los hermanos castaños que había conocido hace 2 veranos. Ya no pudo volver por culpa del trabajo, pero aunque el verano pasado había ido a verlos, ellos no habían ido de vacaciones a Gravity Falls. Esto lo puso melancólico y solitario.

La nieve caía a su alrededor, ya no estaba soleado, en algún punto estaba empezando una tormenta. Su piel blanca y sus ojos ojerosos le daban la apariencia de un fantasma. Corrió hacia el mercado, entro y sacudió sus pies. Compro comida enlatada, una sopa de letras y frijoles. Y también varios panques y café en polvo. Pago y volvió hacia la mansión.

Por el frio corrió hacia su casa, su aliento salía como vapor de sus labios. Abrazando la comida contra su cuerpo, una ráfaga de viento paso e hizo que su gorro cayera hacia el nevado suelo. Recogió su prenda color verde oscuro y se la coloco en la cabeza otra vez. Al seguir trotando se detuvo en seco. Voces, estaba escuchando voces.

Voces a lo lejos, pero cada vez se estaba acercando mas. Volteo hacia todos lados, pero no había nadie.

¿Por qué me ignoras?

¿Qué? ¿Quién?

Tu sabes quien soy, entonces, ¿Por qué no me escuchas?

-¿Quién habla?- Exclamo el joven volteando hacia todos lados, la tormenta se hacía más fuerte y no podía ver casi nada.-¿Qué quieres?-

Tú sabes lo que quiero...

-¡Muéstrate!-Grito el rubio, asustado por no ver a alguien.

-¡¡Jeff!!- McGucket apareció entre la tormenta, con una lámpara de aceite, Jeff corrió hacia su padre y lo abrazo.-Dios, podía oír que gritabas pero no te encontraba. La tormenta se hizo más fuerte cuando te fuiste, así que Salí a buscarte.-Comento el anciano de barba plata.

-Vámonos a casa, estoy cansado...-Jeff jalo a su padre del brazo, este solo asintió y caminaron juntos hasta la mansión.

Ninguno de los 2 sabia que cerca del lugar donde estaban se encontraba una vieja estatua, entre los árboles, escondido en ese bosque en el que solo criaturas fantásticas Vivian, una estatua olvidada, de un ser de un solo ojo, casi enterrado entre la nieve. Una bestia más vieja que la galaxia, muy fuerte, el dios de la rareza y destrucción.