02 Capítulo 02

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Range se despertó muy temprano, esa noche no había podido conciliar bien el sueño. Apenas eran las 6:00 a.m. y ya se encontraba en camino a la escuela, pero antes de ir a esta, decidió pasar un momento a aquel río que había encontrado ya hace tres días atrás, quedándose en las sima de la pequeña colina nuevamente.

La joven llevan un paraguas y aparte el paraguas del chico. La mañana no era muy fría y una sutil brisa gélida bailaba en compañía de las hojas de los árboles. La chica se quedó observando nuevamente aquel río. En cierta forma ella esperaba encontrarse nuevamente con el joven del paraguas, pero no era tan ingenua como para creer firmemente que lo volvería a ver, aun así, ahí estaba ella, sosteniendo un paraguas sobre sí y tomando el otro con la mano derecha.

Media hora después esta se retiró en dirección al colegio. Pensando en la mañana, había encontrado extrañamente particular el paraguas del muchacho, era de un tono gris obscuro por la parte superior, pero en el interior reflejaba un cielo azul con algunas nubes en conjunto. Range lo encontraba bastante original, si es que le llegaran a preguntar.

Yuma se encontraba en dirección a la puerta de su departamento compartido, cuando la voz de su compañero rompió con el agradable silencio acompañado del apacible sonido de la lluvia golpeando contra las ventas.

—¿Haz visto mi paraguas, Yuma? —cuestión el mayor.

—Yo lo tome. —se limitó a decir.

—Ah, esta bien, entonces creo que iré en auto al trabajo. —comentó antes de salir.

Después de que el mayor se retirara, el peli-blanco partió en rumbo al colegio un tanto apresurado, ya que no tenia paraguas, por suerte su apartamento no quedaba muy lejos del instituto.


—¿Qué tal el clima? —le dijo el que posiblemente era su único amigo, al realizar un pequeño ademán a forma de salido.

Yuma simplemente se sentó en su lugar ignorando el comentario de su amigo.

—Parece que el mal tiempo no va a mejorar en un buen rato. —comentó  Furukawa Kazama.

—Hay un huracán en la costa. —informó Yuma.

—Uh.., por cierto, ¿ya pensaste en lo de unirte al equipo de basketball? —inquirió.

—No es algo que me interés. —argumentó con un deje de aburrimiento.

—Pero no tienes nada mejor que hacer, ¿no? —contraargumentó Kazama.

Yuma, no contestó, no veía la necesidad de hacerlo ya que tanto Kazama como él mismo sabían de sobra que no tenia nada más que hacer. Su única responsabilidad a futuro la había rechazado, de todas formas su padre tenia a Subaru para eso.

Ese mismo día la profesora Biyutsuki Tesla envió a Range a entregar unos exámenes en la sección de preparatoria, los cuales se habían colado en los que habían realizado la semana pasada, por lo que esta se encontraba buscando el salón 1-B de segundo grado de preparatoria.

—¿Te vas? —preguntó Kazama a su amigo, al ver que este se paraba poco después de que el profesor saliera del aula.

—No tengo razón para quedarme aquí. —espetó sin verle, a poco menos de un metro antes de salir del salón, a lo que Kazama no respondió.

Yuma salía en dirección a un lugar indeterminado, cuando se topó con un par de orbes turquesa, un tanto familiares.

El reencuentro de ambos jóvenes duró apenas uno instante, instante que basto para que ambos lo percibieron como en cámara lenta, provocando una sensación indescriptible, aunque un tanto leve en los dos.

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