La noticia

96 3 0
                                    

Entre todo este momento incómodo, se preguntarán cómo es la relación con mi madre... Seguro piensan que somos pinkie friends y ella es súper cool y liberal con todo. Pues déjenme desinflarles la burbuja y decirles que no. Es gracioso y hasta un poco hipócrita, ya que apenas nos toleramos; es fácil de explicar, ella trata de hacerse la buena madre y yo me alejo lo más que puedo, ya deben suponer que no existe nada de confianza, aunque ella crea que somos la familia perfecta y que lo tiene todo bajo control. Si quieren mi sinceridad ~ y creo que la quieren ~ nunca hemos tenido confianza, desde pequeña siempre hemos sido mi padre y yo, incluso cuando nació Matthew, ella siempre estuvo ausente en mi vida, y desde que él murió, parece que a mi madre se le hubiera zafado un tornillo (y no estoy exagerando).

-Hija, ¿qué no lo ves? ¡me voy a casar! - dijo con toda la felicidad del mundo, como si fuera la noticia de un nuevo empleo o algo por el estilo.
-¿Con quién? – los miré incrédula - ¿Con este muñeco? – lo señalé, esto era el colmo - Vamos mamá no les creo nada ¡tú y yo sabemos que él será como uno de los demás!, esto no funcionara – dije señalándolos a ambos ahora - ¿¡Qué te pasa, es que acaso enloqueciste!? Ah, pero eso ni es pregunta, desde que murió papá y con cada pendejo que haces pasar por tu novio, está más que claro que estás loca. ¿Y tú? – estaba sumamente indignada por esta pantomima – No te conozco, ni Matthew, ¿y te crees con el derecho de venir y engañarnos en la cara? ¡lárgate ya de mi casa! - y... BOOM exploté.

- ¡Jovencita! – dijo mi madre, con evidente molestia e indignación en su voz - Esta no es TU casa, es NUESTRA casa y también tengo derechos en ella.
- ¡Derechos sí! Pero no para que tengas que traer siempre a puros idiotas ¡que solo quieren nuestro dinero! ¡vamos mamá! traes a cualquier estúpido que te encuentras en la calle, ¿te dan un buen polvo y ya te quieres casar?.- creo que me estaba pasando pero entre tanto enojo no estaba ni midiendo la profundidad de mis palabras y ya no era momento de echarme para atrás.
- ¡No me hables así, yo soy tu madre, no la zorra por la que me estás pintando!, estas castigada. – dijo con un tono gélido y una mirada calculadora - Sube a tu habitación – terminó, dejándonos a todos en un incómodo silencio que se expandió por la cocina.

Yo en serio moría de hambre, así que decidí moverme buscando algo para comer, luego de encontrar unas galletas me dispuse a salir, pero la voz de mi madre me detuvo - Una cosa más, Brooke: Ethan y yo mañana temprano viajaremos, así que alista tus maletas que Matthew se ira con tu abuela mañana.

- Yo ni loca voy donde la abuela – y no me malinterpreten, no es que odie a mi abuela, solo que, al morir mi padre, muchas cosas cambiaron, ya luego les contaré. - Aún no he terminado – dijo interrumpiendo mis quejas con su voz tajante - Tú al salir del colegio te iras a la casa de Ethan y te quedarás con su hijo. - como si fuera de lo más normal, me iba a dejar con un completo desconocido y ni siquiera caía en cuenta de ello.

- ¡¿QUE?!?! Ahora si quemaste. ¿Te das cuenta que hablamos de una persona que NO CONOZCO? – En serio, ¿esto podía empeorar?

- Caro que me di cuenta. Será una buena opción para que pasen tiempo de calidad y se conozcan, tienen la misma edad, hasta va a tu misma escuela, quizá lo conozcas. – dijo con lo que parecía una ¿sonrisa?

- ¡NO ME JODAS! - estoy muerta y ella solo se burlaba de mí.
- No me hables así. Yo llevare tu maleta, solo encárgate de encontrarte con él a la salida de mañana, y ya no hagas drama que solo serán cinco días.
- ¿5 DÍAS? NO ME JODAS, ¡ya mejor me mudo! – dije con sarcasmo, que mi madre decidió pasar por alto.
-Eso estamos pensando... – dijo viendo al tal.. ¿Ernesto?, en serio, ¿cómo se llamaba? - Pero mientras, estas castigada.
Deben estarme bromeando todos los dioses del olimpo que tal parece decidieron abandonarme en esta tarde. Me quiero morir. Con la poca dignidad que me quedaba, tomé un paquete de galletas y subí resignada a mi habitación, y no sé qué era lo que más me deprimía, que no me habían dado comida o que me iban a dejar con un chico que no conozco. Todo esto era una mierda.


Tomé la maleta más grande que tenía, era una dorada que usaba cuando hacía viajes internacionales. Coloqué un par de polos y jeanes, algunos shorts y la cantidad suficiente de ropa interior, las zapatillas que más me gustaban y un par de sandalias, abrí el paquete de galletas y seguí empacando mis útiles de aseo, un par de toallas y todo mi maquillaje; son muchas las cosas que uno nunca sabe cuándo puede necesitar...
Agotada de hacer tanto y no comer nada decente, me moría, así que decidí salir por mi ventana y pedirle comida a Seth, mi vecino, mejor amigo y cómplice.
-Toc Toc – golpeé la ventana de al lado, pero nadie salió... uggh ... pensé y recordé el <<llamado secreto>> como él le dice.
- ¡Cucú! ¡Cucú! - que estúpido suena, ahora que me oigo diciéndolo. - Que ridícula te ves haciendo esto - dijo mientras me enseñaba el vídeo que acababa de grabar de cuando hice el maldito sonido de pájaro.
-Morirás Blass, te juro que te haré pedazos. - dije poniéndome roja como tomate - pero primero dame comida, porque muero de hambre.

Tía Karen, la mamá de Seth, había preparado comida de más en el almuerzo, así que comimos juntos y tomamos refresco, mientras le contaba todo lo que iba a pasar a partir de mañana, incluido lo de la semana con el desconocido.

-Entonces resumiendo todo, me libraré de ti por toda una semana - ¿es en serio? Yo muriendo de miedo por vivir con una persona que no conozco y él pensando en librarse de mí. - eso es bueno- le tiré un puñetazo juguetón en el hombro - pero al igual que tú, también estoy asustado por lo del puberto desconocido. - dijo con tono sobreprotector.

- ¡¿VES QUE SÍ?! – Luego de eso me abrazó y dio palabras reconfortantes y motivadoras, diciendo que igual nos veríamos en clases y él estaría pendiente de mí. Se preocupaba más que mi propia madre.

- Oye y a todas estas, ¿dónde está Lexie? – pregunté, ya que no había visto a mi amiga desde la mañana.

- Fue a hacer pijamada con una "amiga" – Seth empezó a hacer comillas con los dedos.

- ¿Por qué dices "amiga" con las comillas? – ¿Amiga? Qué raro, ¿qué amiga? Ella siempre suele invitarme a las pijamadas...

- Porque dime tú, ¿desde cuándo hace pijamada con alguna amiga y no te invita? – mencionó mientras enarcaba una ceja.

- Pensé lo mismo – dije dándole la razón

- Yo creo que se fue a una cita – Seth lo dijo en un susurro, cómo si hubiera alguien más en la habitación.

- ¿Cita? Pero ¿con quién? – Ahora si estaba muy confundida - ¿Y por qué no nos dijo nada?

- No lo sé hermosa. Tengo las mismas interrogantes que tú, pero por el momento creo que lo mejor es no presionarla, ya nos dirá a su debido tiempo. – luego de esas palabras, miró la hora en su celular y me dijo- Ya es tarde hermosa, mañana tenemos escuela y esta vez saldremos temprano, no quiero estar llegando tarde otra vez. – Y era cierto, la noche ya había caído y ni siquiera nos dimos cuenta, así que nos acomodamos bien en la cama, listos para descansar después de un día tan largo.

Con Z De Zorra:)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora