Tu, yo, sexo, piénsalo

Capítulo 22

Oh esto se pondrá interesante.

Punto de vista de Eric.

Me despierto desnudo en mi cama, tapado con una fina manta y una recasa terrible que no puedo ni con mi alma. Me pongo unos simples boxers y bajo dando tumbos a la cocina, intento no hacer ruido al bajar las escaleras pero cada paso es un martillazo en la cabeza que me consume lentamente. Si, sé que estoy pasándome de bruto pero realmente esto me está afectando mucho. 

Nunca más beberé me prometo internamente. Qué mentiroso soy. 

Me rio en voz baja pero en seguida paro por el dolor. Debo dejar de ser tan gracioso.

Llego a la cocina después de pasarme medio año bajando las escaleras y me pongo a buscar una aspirina entre los cajones. Sé que (tn) me dijo que estarían por... MIERDA, (TN) seguro que ayer me vio o me oyó entrar con quien quiera que fuera esa chica.

Y hablando de la reina de Roma, por la puerta de la cocina se asoma.

Me mira con una cara que no sé si es de asco o decepción y sé que me vió anoche.

Mierda.

Sigue caminando sin ni siquiera mirarme y me fijo en que lleva un pijama con shorts demasiado cortos.

Doble mierda.

Me mira una vez más y gira la cabeza en seguida, porque estoy en boxer.

-Espera (tn) -la sujeto por la muñeca

-¡Qué manía tienen todos de agarrarme del brazo hoy! Dime que quieres, pero suéltame - trago saliva algo asustado por su tono de voz y la abrazo -¿Qué coño..?

No la dejo hablar más y la beso. Es un beso desgarradoramente dulce pero cuando me lo devuelve lo hace de una forma tan salvaje que toda la mierda de anoche se me va de la cabeza (incluida la resaca).

La cojo en brazos y se agarra a mi cadera con sus piernas la llevo hasta el sofá y me siento en el, con ella encima y sus piernas a ambos costados. Agarro el bordillo de su camisa pero abre los ojos rápidamente como si se diera cuenta de lo que estamos haciendo y salta de mis piernas poniéndose en pie y dándome un cachetón. Y si, todo a la vez.

-¿¡Eres gilipollas o anoche la puta de Lucy te contagió anoche su estupidez!? 

Lucy. Era ella. Mierda. Mierda. Mierda.

Me quedo pálido y todo el calentón de antes se va de golpe dejándome jodidamente helado.

-¿Lucy?

-Si idiota, Lucy. Esa zorra, ya me acordé de su nombre. Esa era una asquerosa conmigo en el "instiputo" y tu te la follas ¿Eres un cabrón de mierda sabes? Mira, déjalo.

-No espera (tn) perdona es que estaba mal, perdóname

-¿Mal? ¿Por qué?

Joder, ¿otra vez? Siempre hablando más de lo normal Eric. Me insulto mentalmente.

Le pido que se siente a mi lado ya que la historia es algo rara y ella lo hace, curiosa, como siempre.

Cuando termino de contarle la historia (en la que no me ha interrumpido ni una vez, que es preocupante) han pasado como todos los sentimientos posibles por su cara, e incluso dolor, pasando por celos y por muecas raras.

-Pues -dice después de cinco minutos en incómodo silencio - me cae bien Angélica, fíjate tu por donde. Al menos te dijo la verdad, o quizás solo estaba enfadada pero ya la verás, supongo. Otra cosa, es que me debes llevar a la discoteca esa. Y por último, no me debes explicaciones, no somos nada.