SUEÑO MORTAL

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Siempre hemos escuchado leyendas y mitos sobre criaturas sobrenaturales o con poderes sobre humanos. Pero sobre todo siempre vivimos dudando si eso es real.

Cuando era niña mi mamá y mi papá siempre me contaban historias sobre cosas increíbles, seres fuera de la imaginación de los seres humanos. Solo alguien con su mente y su imaginación fuera de este mundo pudo  pensar historias como esas.

Mientras crecía tenía este sueño, este anhelo de ser uno de ellos. Me sentía fuera de lugar en mi mundo, quería ser parte de ese mundo donde todo era una aventura, donde no había  muerte. Donde yo podía hacer lo que yo quisiera, y nadie me podía decir nada. Pero todos pensaban que estaba loca. Pero a mí no me importaba, porque así era yo, así quería ser.

Mi nombre es Damsel, mi mama siempre me decía que yo era especial y que cuando me vio por primera vez supo que yo era diferente, que la haría muy feliz.

Yo era muy feliz, ya estaba creciendo, estaba dejando de ser una niña.

Hoy es mi cumpleaños número 18  lo había esperado por tanto tiempo y con tantas ansias que no me podía imaginar que algo malo podría ocurrir.

-          Felicidades mi niña hermosa. Dijo mi mama con su hermosa sonrisa.

-          !Gracias! Dije emocionada

-          Princesa, ya eres toda una mujer. Dijo mi padre.

-          ¿Puedo pedir un regalo?

-          Claro mi amor. Pide lo que quieras. Me dijo mi padre.

-          ¿Podemos salir a cenar todos juntos? Hace tiempo no lo hacemos

-          Bueno solo si vamos a ese lugar que quiero ir hace tiempo. Dijo mi madre

-          Esta bien. ¡Iremos!, vístanse y muy elegante.

-          !Si! Exclamé.

Era una noche hermosa con muchas estrellas y luna llena.

Nos vestimos todos muy elegantes; nos veíamos muy bien. Yo tenía un traje a la rodilla rosa fucsia y negro agarrado del cuello,  con unos tacos muy hermosos. Mi padre tenía un traje muy elegante y mi madre un traje largo color negro.

Llegamos y cenamos; fue muy divertido, la pasamos muy bien. Cuando salimos, fuimos a buscar el carro, mi padre me abrió la puerta como todo un caballero, luego se dirigió a la puerta del pasajero para abrirle la puerta a mi madre como toda una reina.  Vi que venían unos hombres, no estaba segura pero creí ver que uno de ellos portaba una pistola.

Cuando llegaron a donde mi padre, podía ver a través del cristal lo que pasaba incluso podía escuchar lo que decían.

 Ellos se acercaron y le dijeron a mi padre:

-          ¿Tienes algunas monedas que puedas regalarnos? Dijo uno de ellos con una sonrisa burlona.

-          Claro! Dijo mi padre.

-          Acaso piensas en realidad que solo queremos unas monedas, Ja,  dame tu billetera. Le dijo a mi padre y le apunto con la pistola.

Mi padre se asustó. Podía ver cómo sus manos temblaban, y cómo su respiración se aceleraba.

Yo estaba muy asustada y el sacó la billetera y en cuanto se la iba a entregar se escuchó una sirena de policía y el que tenía la pistola, haló el gatillo y le disparó a mi padre en el pecho. Mi madre grito y salió del carro corriendo.

-          !!!Nooo!!!

Ella se le lanzó encima al asaltante e hizo fuerza con él, se escuchó otro disparo. Mató a mi madre de un disparo el la cabeza. Estaba conmocionada.

Vi como ella cayó al suelo y sus ojos aún estaban abiertos y vi en su cabeza la herida que sangraba y sangraba. Los hombres corrieron asustados. Salí corriendo del carro y  caí arrodillada frente a mis padres, los toqué y mi padre aún estaba vivo, me miró, tomó mi mano y me dijo:

-          Hija mía, mi princesa amada, he trabajado para darte la mejor vida y es por eso que te entrego esto. Puso unas llaves en mi mano.

Estas llaves son para ti, una de ellas abre una casa que compré para ti. Esta toda pagada, la otra abre una caja fuerte que está adentro de la casa que tiene bastante dinero para que vivas bien, adminístralo bien, no lo malgaste, haz todo como te enseñé. Te amo, hija mía y a tu madre también. Las amo a las dos; son mi mayor regalo de la vida.

Dejó de respirar, su mano cayó y yo no tenía palabras, no sabía que decir. Mi rostro estaba lleno de lágrimas y ya casi no podía respirar, no sabía qué hacer.

En eso llegó la policía y me tomó del brazo. Me preguntaban qué había pasado, pero yo no podía hablar estaba conmocionada.

 Hubiera querido que alguien en ese momento solo me abrazara sin preguntas, esperando una respuesta; solo abrazarme fuerte sin esperar nada a cambio. Sin ruidos solo escuchar el sonido de su corazón y su respiración. Pero no, todo lo que escuchaba eran policías gritándome, tratando de obtener información sobre lo que había pasado. Luego llegó la ambulancia y recogieron los cuerpos. Me dijeron que tenía que acompañarlos y me subieron en el carro de la policía.

Cuando era más chica siempre quise entrar en un carro de policía pero me lo imaginaba de otra manera.

Cuando llegué me esperaban unas mujeres. Dijeron que eran del Departamento de la familia y que me llevarían a un lugar seguro.

Yo todo lo que quería era que me dijeran que todo fue un sueño, que ellos seguían con vida, al menos que todo fue una broma.

Me llevaron al supuesto lugar seguro, había muchos niños/as, adolecentes, incluso bebés. Eso parecía que vendían niños al por mayor. Me dijeron que eso era el Departamento de familia,  pero mis padres nunca me habían dicho nada al respecto, ó sea no me dijeron que si ellos faltaban me llevarían a un lugar como ese.

 Pero al día siguiente me llamaron a la oficina, con la Sra. González, me dijeron que mis padres pusieron como mis tutores en caso de que ellos faltaran a unos tíos que tenía, era la hermana de mi papá. Nunca mencionaron que él tenía una hermana creí que él era hijo único. Pero en esos momentos pensé que mis padres me han mentido todo este tiempo. No lo podía creer, me sentí engañada, incapaz de pensar otra cosas de mis padres solo cosas malas o imaginarme la razón por la que me ocultaron la verdad. 

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