Say: ''I love you''➳ Vkook

●Capítulo 1 (1/2)●

» El conejo que teníamos como mascota ha muerto, parece ser que comió algo malo « » Deberías ser responsable, vi a tres niños arriba de la jaula del conejo « » Fue Jungkook « » Come cualquier cosa, dáselo « » Le dije que no lo hiciera, pero aun así lo hizo « » No fui yo... yo no... hice nada... ¿Por qué... todos..? «

Jungkook abrió los ojos, suspirando se removió en la cama »otra vez« pensó. Ya había amanecido y la gente ya transitaba por las calles paseando a sus mascotas, caminando hacia sus trabajos o trotando, los típicos deportistas madrugadores.

-Buenos días mamá- Aún se encontraba algo adormilado, sus ojos rasgados estaban algo hinchados a causa de las pocas horas de sueño. Su gato blanco, como una bola de nieve, descansaba en el sillón, ajeno a los movimientos del chico, quien se dirigía al baño del pequeño apartamento en el que habitaba, sintió el frió suelo bajos sus pies al camiar hacia el baño, su mano llego hasta la manilla y al momento de abrirla se encontró con el pequeño espejo que descansaba en la pared, se miro notando unas pequeñas ojeras, estaba agradecido de que no se notaran. Se libero de su simple pijama, quedando tan solo con sus negros bóxers, su piel se puso de gallina, algo de viento se había colado por la ventanilla. Abrió el grifo de agua caliente, no había algo mas placentero que una ducha de agua caliente por la mañana, las gotas de la pequeña lluvia artificial recorrían su delicado cuerpo, su piel tan pálida y suave, heredada de su madre, pasaba sus manos con jabón limpiando cada parte de su delgada anatomía, cerraba los ojos ante el contacto, sus músculos se relajaban ante ese pequeño masaje que realizaban las gotas, perdió la noción del tiempo, solo estaba disfrutando.

- ¡Bebé, no desperdicies el agua!- El grito de su madre lo saco de su trance, cerró la llave.

Una brisa se colaba por la ventana,haciendo sonar la campanilla que colgaba en un extremo de esta.

-Se siente como si fuera verano, ¿Verdad?- La voz tan entusiasmada como de costumbre de su madre hablo, mientras probaba su desayuno.

-Mm... Pero, ¿No es tarde para que lo sea?- su tono era tan bajo, tímido.

-Mas vale tarde que nunca, todo inicia en algún momento- Ella rió bajo

-¿Que es eso?-

-Una frase de una canción- Sonrió ampliamente hacia su hijo.

-Si, si- El animal maulló mientras se tiraba al piso dejando a la vista su blanco estomago- Ah, no has comido-

-No te preocupes, tu ve a cambiarte, yo le doy de comer bebé- Revolvió el cabello color chocolate del nombrado y levanto la mesa, dispuesta a lavar los platos sucios.

Termino de abotonar su chaqueta escolar azul, estiro su brazo hasta alcanzar su tan querido Mp3, así no se aburriría de camino a la escuela, la música era su única amiga, no necesitaba más.

Dirigió sus pasos hasta la puerta avisándole a su madre que ya se iba.

-¡Me voy!-

-¡Ve con cuidado, te quiero!- al escuchar el sonido de la puerta siendo cerrada continuó maquillándose, mientras tarareaba una canción pop que sonaba en su cabeza.

Los pájaros cantaban melodiosamente y los árboles se movían por la brisa mañanera, las hojas hacían un sonido tan agradable al chocar entre ellas, la calle estaba desierta, él caminaba silenciosamente, mientras que sus blancos audífonos ubicados en sus oídos le transmitían obras clásicas, disfrutaba el sonido del piano, el cual era tocado lentamente, apartándolo de los molestos sonidos de la ciudad. Llego a la estación de trenes, había mucha gente, la mayoría estudiantes, pago su pasaje y camino hasta la línea amarilla que indicaba el limite que se podía pasar, pudo ver como unas chicas de su clase lo miraban riéndose descaradamente, no le importo, la música callaba sus burlas, el pianista comenzaba a tocar cada vez mas rápido, dándole un toque de drama a la canción, miro las vías del tren, su corazón se aceleraba al escuchar el ritmo que llevaba es pianista, paso el tren rápidamente ante sus ojos, al mismo tiempo que la canción de daba por finalizada.