Un chico vampiro y yo ©

Capitulo 28: Baile y despedida (Parte 1)

Christopher 

Voy por el ponche que me pidió Ema pero cuando lo estoy sirviendo en un vaso, este se me cae de las manos al tener una sensación muy extraña en mis extremidades, es como si mi cuerpo me pidiera que valla a un lugar especifico, como si alguien en algún lugar me estuviera esperando y no es humano ¿que como se eso? ni siquiera yo lo se.

Por un momento me dejo llevar por ese impulso ya que me lleva hacia afuera de la escuela y no donde esta Ema. "Ella estará a salvo dentro" - pienso mientras me encamino a paso apresurado pero humanamente normal.

Una vez ahí afuera distingo una silueta entre los arboles.

- Muéstrate - digo sin titubear. quien quiera que sea, que demuestre lo que quiere ahora, mientras mas rápido mejor.

- Soy yo hermano - dice la silueta saliendo de entre los arboles.

- ¡Eleonor!  - corro hacia ella y la abrazo tan fuerte como puedo.

- Que alegría volverte a ver hermano - dice con seriedad y no con la felicidad que siento yo al volverla  a ver. 

- Lo se, no pensé que fuera tan pronto, yo planeaba buscarte y mírate estas aquí.  

- Christopher escucha, no tenemos mucho tiempo antes de que se de cuenta. Pero tenemos que irnos ahora llévate a tu novia si quieres, yo tengo al chico a salvo pero tenemos que irnos.

- ¿Oli esta contigo? - asiente - No entiendo nada antes de que quien se de cuenta.

- Tranquilos todavía estamos a salvo - interrumpe una voz.

- ¿Quien eres? - pregunto interponiendome entre la voz y mi hermana.

- Tranquilo Chris, esta conmigo. - dice mi hermana con su mano en mi hombro.

- A si es estoy con ustedes 

- Tu eres...? 

- Me llamo Gabriel y si, soy un vampiro. Sientes mi esencia cierto? - asiento

- Es extraño... nunca lo había sentido

- Es muy raro que no te hallas cruzado con un vampiro en toda tu vida. No puedo decir lo mismo de ti, tu esencia es un tanto extraña, igual a la de nosotros pero diferente en todos los sentidos. Fascinante, ahora entiendo a mi amo. - dice con los ojos entrecerrados.

- Tranquila Eleonor, mi lealtad hacia ti no ha cambiado.

- Valla desde cuando deje de ser tu señora.

- oh! perdón - dice bajando la mirada y mi hermana se ríe.