Regression

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Vaya, ¿sigues aquí?

El llorar nos hace humanos. Demuestra que estamos llenos de sentimientos no importa qué tan fríos o malvados seamos. Baekhyun lloró una vez cuando su personaje favorito de una serie murió, lloró interminablemente cuando su perro falleció, lloró arruinando las fotos cuando Luhan y Yixing se casaron, lloró descontroladamente la primera vez que Chanyeol murió.

Demuestra que somos de carne y hueso. Demuestra que, en ese tiempo, Baekhyun aún era un afortunado por tener características humanas positivas. Desahogar todas sus presiones le dejaba un vacio que se sentía bien, uno en donde Chanyeol podía llegar para llenarlo y cuidarlo.

Pero tú no puedes entenderlo, tú no has sentido eso. Tú no eres Baekhyun. No puedes saberlo.

Tú no puedes retroceder.

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Baekhyun está por explotar, pero aún aguanta un poco más. Sabe que no bastará, que faltan minutos para que termine y todo está dando vueltas. Se acabó.

-Mi hermana me dijo que su vuelo se atrasó y llegará tarde a la ceremonia -Chanyeol dice con la boca llena, llevándose la comida sin importarle la suciedad-. Todo es culpa de su novio, es un exagerado por donde lo veas. Si pensé que tú, tardándote más de siete horas en elegir qué ponerte, era demasiado, imagínate a ese bastardo recorriendo tiendas por dos semanas sin detenerse. Dos semanas.

Baekhyun mira simplemente cómo es que su huevo frito se enfría y los colores pierden un brillo especial. Su café aún humea, pero el olor no le llega a las fosas nasales. Revolviendo su desayuno, Chanyeol lo mira por un segundo.

-¿Estás bien?

No.

-¿Te duele la cabeza?

No.

-¿Estás nervioso?

No.

Baekhyun piensa en su respuesta y descarta las palabras que ya ha usado.

-Voy al baño.

Es lo único que dice y posteriormente hace. Sus pasos apresurados, sus ojos quemándose por el ardor de las lágrimas y finalmente encerrándose. Cae al suelo, sus brazos apenas lo sostienen y deja escapar un torturoso grito. Sabe que el grito traspasa la pared, sabe que Chanyeol está tocando la puerta y preguntándole si está bien.

Pero no está bien.

Todo está mal.

Todo.

Llora como un bebé con miedo a perder a su mamá, llora como si estuviera perdiendo la vida con lentitud y dolorosamente. Todo fluye de él, sus ojos están borrosos y ya no ve más. Pero no lo necesita, lo único que tiene es a él mismo, con las rodillas en el pecho y su cabeza oculto en ellas. Solloza fuerte, herido, el dolor puede mostrarse a través de sus alaridos.

Rasga su garganta cada vez que vuelve a vociferar, sus cuerdas vocales se están rompiendo y casi siente cómo se atraganta con sus propias lágrimas, pero poco le importa, no le importa.

-¡Baekhyun!

Es tan difícil y nadie puede comprenderlo. Baekhyun ya no quiere ser suertudo, el a veces preferiría convertirse en un monstruo para ponerle fin a todo. Pero es muy temprano, en esa fecha no ha ni siquiera llegado al límite de la cordura y a penas está sacando todas esas características humanas que aún le quedan.

Llora, llora interminablemente. Está hundiéndose en sus lágrimas, su corazón está rompiéndose y saliendo a través de ellas.

-¡Baek!

-¡Vete, a-aléjate! -logra gritar, pero no es suficiente.

-¡Amor!

No hay peor sentimiento que ese, no existe otra cosa que sea peor que llorar y no poder tener suficiente. Baekhyun ha llorado por horas, tal vez dos, pero no cesa y no se siente mejor.

Está incluso peor. Deshidratado, sin ánimos, sin ganas de vivir.

Recostado boca arriba en el suelo, las lágrimas salen silenciosas pero no desaparecen. Desde hace más de veinte minutos que hay silencio fuera de la habitación y no está seguro de que Chanyeol esté allí. No sabe si está aún vivo o no. No lo sabe.

No quiere saberlo.

Al salir ya son más de la cuatro de la tarde, el sueño lo consume completamente, pero aun así se arma de valor y mira alrededor. No hay nadie, Chanyeol no está. Así que, sin esperar más, se dirige hacia la entrada, abre la puerta y se sienta en el pasillo de su departamento. Está muerto en vida, sus ojos ya secos y su vitalidad está en un cero por ciento. Odia su vida. Odia el regresar. Odia las oportunidades.

Odia a ese policía que acaba de bajarse del ascensor y tiene su gorra en las manos dispuesto a darle la mala noticia.

"El señor Park Chanyeol falleció a las once con cuarenta cuando intentó cruzar una avenida. Fue atropellado por un autobús quien no se percató de su presencia. Llevaba consigo una serie de dulces, chocolates y helados en una bolsa del súper mercado. Lamento su pérdida, señor Byun."

Que novedad.

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El llorar es bueno pero, ¿qué sucede cuando ya no tienes lágrimas para soltar? Baekhyun encontró la respuesta en ese otro lado. Dejó sus sentimientos de un lado. Se hizo olvidar al Byun Baekhyun real y se convirtió en un monstruo. Porque si ya no iba a llorar tenía que hacer otra cosa. Si el llorar y rezar ya no funcionaba tenía que comprometerse a buscar la salida de ese laberinto indescifrable. Porque todo tiene una solución. Todo lo que tiene un aspecto negativo debe tener su positivo.

Pero, Baekhyun, ¿qué ocurre cuando está la muerte involucrada?

Sí, dicen que todo tiene solución, menos la muerte. Entonces no puedo entender qué es lo que esperas. Qué buscas. Cuál es tú plan. Sobre quién tienes que pasar para conseguir lo que quieres.

¿A quién vas a hacer llorar para que remplace tus lágrimas?

Baekhyun, ¿me estás escuchando?