Regression

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Ahora mismo no deberías estar llorando, sintiendo o compadeciéndote.

Porque no es real. Tú no puedes sentirlo.

¿Sabes tan siquiera lo que he pasado? ¿Conoces mi nombre?

Cuando dices amar mientes en el momento que esas palabras cruzan tu boca. Cuando juras un final feliz estás destinado a que eso se cumpla. Pero tú destino siempre estuvo allí, predicho, es una cuestión que por más que intentes mil formas de cambiar no lo vas a lograr. Porque todo terminará de la misma manera en que la muerte lo tiene preparado.

El dolor más intenso no es la propia locura, sino el ver al amor de tu vida cayendo ante ésta. Es verlo y fingir, fingir que no sabes y sonreír esperando el próximo movimiento.

Chanyeol es afortunado, Chanyeol no es un monstruo.

Pero tú no entiendes, tú no puedes saberlo. Tú no eres yo, esta no es tú historia. Tú no eres Chanyeol.

Tú no puedes esperar.

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Hoy finalmente Chanyeol se rindió. Su capacidad de regenerarse llegó al límite y lo único que le queda es caer en la oscuridad y dejarse llevar por el fino manto de la muerte. Ser preso de lo oscuro y atender su eternidad en la dolencia que le hacen llamar infierno.

Son las tres de la tarde y Baekhyun cree que está muerto. Son las tres de la tarde y Chanyeol debería estar muerto.

Pero ya no quiere morir. No quiere provocárselo más. No quiere ver a su novio sufrir de nuevo.

Así que entra en su departamento y busca con la mirada a su pequeño novio. Lo encuentra en su habitación, tumbado en la cama con el rostro más demacrado de nunca. No hay lágrimas, se le han secado y Chanyeol se siente tan miserable y culpable por ello.

Cuando Baekhyun lo ve, lo primero que hace es reírse. Porque piensa que está alucinando como tantas veces lo ha hecho y Chanyeol entiende eso. Entiende la desesperación. Así que ríe con él, ríen juntos y el alto simplemente se tumba a un lado de su prometido y lo abraza tan fuerte entre sus brazos. Hay respiraciones fuertes, un Baekhyun temblando y la demencia a flor de su piel.

-Tan real -susurra el más bajo-. Hoy te sientes tan real.

-Soy real -Chanyeol murmura, sus dedos acariciando el brazo ajeno-. Me cansé. Ya no quiero morir, no puedo verte sufrir de esa manera. Así que voy a dejarte ir, egoístamente te soltaré. Lo siento, Baek.

Baekhyun lo toca, quiere sentir si en realidad lo que está a su lado es hueso y carne y se pone como loco cuando se da cuenta que lo es. Su cuerpo se remueve, su rostro obtiene una luz inhumana y su sonrisa brilla. Se pone de rodillas y mira al rostro de Chanyeol de una manera tan satisfecha, cansada y adormilada.

-Lo logré -se ríe, porque en su nueva naturaleza es lo único que puede hacer-. Finalmente... Chan vas a vivir.

-Voy a vivir -repite. Su cuerpo igualmente cansado, sintiendo todo el dolor físico de sus muertes-. Así que, Baekhyun...

-¿Mhm?

-Deja de retroceder -susurra, siente cómo es que su cuerpo se tambalea internamente, los espasmos comienzan y sus órganos se aprietan-. Vive a partir de hoy, no aprietes ese botón.

Baekhyun vuelve a tumbarse.

-Claro. Ya estás conmigo, ya no es necesario.

No es necesario.

Nunca lo fue.

Eres un egoísta, Baek.

-No aprietes ese botón -Chanyeol murmura, su voz apagándose-. Presente, ve el presente. No vayas al pasado. Baekhyun...

Baekhyun.

-Deja de matarme, déjame morir.

Baekhyun.

-Quiero descansar.

Baekhyun.

-No me dejes sufrir más.

Baekhyun.

-¿Baekhyun?

Y Baekhyun ya no está.

No está. Baekhyun no lo escuchó. Baekhyun lo ignoró. Baekhyun es egoísta.

Baekhyun apretó el botón.

Baekhyun ha regresado.

Baekhyun retrocedió.

Y Chanyeol va a morir de nuevo. Una y otra vez. Hasta la eternidad. Hasta que Baekhyun se detenga.

Pero ya no hay un Baekhyun, ahora es un monstruo.

Y un monstruo siempre obtiene lo que quiere.

Pero nunca es afortunado.

Chanyeol llora, el dolor de su cuerpo es el mayor dolor que puede sentir. Está siendo exprimido, la muerte está acabando desde adentro con él. Se está desintegrando, su cuerpo se amolda a la nada y sus lágrimas ya son simplemente polvo. Su cuerpo ya no existe, por lo menos ya no por hoy. Baekhyun le ha obligado a irse de nuevo al pasado, a su intento número mil.

No hay nadie en ese universo. Ya nada existe allí.

Todo ha comenzado.

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Te dije que las historias cortas no tienen buenos finales.

Te dije que no ibas a entender, no intentes entender. Porque nunca vas a hacerlo.

Tú no puedes retroceder.

Porque tú no eres Baekhyun retrocediendo en el tiempo.

Porque tú no eres Chanyeol siendo consumido por el tiempo.

No eres más que alguien quien decidió caer ante las palabras, la lectura y el morbo. Lo misterioso, lo raro, lo inentendible y genuinamente bizarro.

¿Eres digno de estar aquí? ¿Realmente te crees poderoso de haber logrado llegar?

¿Sigues aquí?

¿Hay alguien allí?

Después de esto hay sufrimiento y dolor. Es un círculo, un laberinto un todo que no lograrás comprender. Te duele la cabeza, el corazón pero sigues leyendo.

Poniendo así las cosas, ¿entonces cuál es la diferencia entre tú y Baekhyun?

Te gusta el dolor. Te gusta ver retroceder. Te gusta ver morir.

Pero no te culpo, de todas formas ya te convertiste en un monstruo.

Y mañana, vas pensar en esto. Vas a cuestionarte un par de cosas. Vas a preguntarte por qué estás repitiendo tu día anterior. Por qué ese ser querido está muriendo una y otra vez. Por qué vuelves, por qué sientes, por qué no vives.

A fin de cuentas, ¿quién soy yo para decirte que no?

¿Quién soy yo para darte una explicación?

Retroceso.

FIN.