•Sálvame•[Mikayuu]

• Capítulo 1 •

Caí al suelo con una fuerza increíble, el se acercaba a mi, sentía sus pisadas chocar contra el suelo de madera. Moví un poco la cabeza para ver como el lanzaba contra mi estomago la botella de vidrio vacía de cerveza. El impacto causo que me estremeciera, pero estaba un poco feliz al saber que los vidrios no habían perforado mi piel, gracias a la chaqueta que traía puesta.

El gruño al saber que no me había sucedido nada. Vi sus ojos, estaba ebrio, en ellos estaban impregnados en sangre por el alcohol que tenia en su sistema. Me pateo las costillas quitándome el aliento y haciéndome aullar por el dolor. Comenzó a reír.

-Eres tan estupido. Supongo que eso te enseñara a que debes de lavar los platos antes de que yo llegue a casa.

Mi respiración era entrecortada, esa sensación de tener a tus pulmones intentando recobrar el oxigeno.

Gimiendo intenté ponerme de pie, pero de inmediato caí por el dolor. Me había roto una costilla, volví a intentarlo, tambaleándome agarre firmemente la mesa desgastada de madera para evitar caerme.

-Lo siento padre - dije bajando la vista

-Lárgate, no quiero verte aquí

Asentí ignorando el dolor de mis costillas, camine hasta mi habitación, me deje caer en la cama mientras buscaba una gasa elástica que deje debajo de mi almohada. La coloque sobre mis costillas, apretando firmemente y evitando hacerme más daño.

Mi padre era así todos los días, pero no podía detenerlo, no tenia la suficiente fuerza para hacerlo.

"Solo quiero mantenerlo a salvo."

El comenzó a beber tras la muerte de mi madre, yo tenia doce años en ese entonces. Papá cayó en un estado grave de depresión y cada noche bebía más de la cuenta.

La primera vez que me golpeo fue a los quince años, me había tropezado y accidentalmente tire una botella de cerveza. Papá enfureció y me golpeo tan fuerte que me fracturo el brazo. Supongo que le gustaba esa sensación de superioridad cada vez que me levantaba la mano.

"Era así con cada error que cometía"

A veces los daños eran graves, que tome clases de primeros auxilios en el instituto.

Suspire entre cortadamente, apreté las vendas y me acosté en el incomodo colchón. Papá no tenia dinero para comprar uno nuevo, siempre se lo gastaba comprando de los mejores licores que existen y de vez en cuando trae comida.

Me cubrí con las mantas esperando poder dormir esta noche.