2da TemporadaEres mi media naranja ¿o quizás no?

Capítulo 1

— ¿Tienes hambre ____?

Niego con la cabeza, en realidad no tenía mucho apetito desde hace semanas, sólo como lo necesario, mi ánimo ha decaído demasiado.

— Vamos ____, no te pongas así, debes de comer más, estas muy delgada.

— De verdad Sora que estoy bien.

— Tú mirada dice más que "estoy bien" — me toma de las manos— habla conmigo por favor, tienes viviendo aquí unas 3 semanas, sé que no es mucho, pero ya debes de saber que soy una persona de confianza, yo nunca te haría daño, si lo quisiese nunca te hubiese...pues ya sabes, de verdad que quiero ayudarte, no soy psicóloga, pero puedo ser una gran amiga, por favor confía.

Confiar ¿Cómo cuantas veces lo he hecho y he salido lastimada? Unas 2, 3 veces quizás más...y todas de personas que realmente me importaban.

— Ya te dije, que puedo valerme por mí misma.

— Lo sé, pero no creo que estés en condiciones de estar sola

— No cometeré ninguna tontería, si eso es lo que te preocupa.

Sora hace una mueca, parece que eso le ha estado dando vueltas, y no la culpo, cualquiera podría dudarlo.

— ____, ¿qué te sucedió? ¿Siempre fuiste así?

— No realmente

Después de todo es la verdad, yo no elegí este cambio, ya no soy la misma y realmente dudo serlo de nuevo.

— ¿Qué sucedió? Hablas con tanta amargura y pesadez.

— Realmente no quiero hablar de eso, ni siquiera recordar nada, ojala hubiese perdido la memoria.

— Vamos, no digas eso— me vuelve a tomar de las manos.

El tacto me incomoda, no deseo ser tocada por nadie. Me alejo, es lo mejor, no puedo volver a quebrantarme

— Sera mejor que descanse, iré al cuarto.

Sora solo niega resignada. — De acuerdo

Sinceramente siento todo esto, ella no merece que alguien a quien conoce hace pocos días sea una carga, los primeros días sí que debieron ser una pesadilla para ella, y lo lamento tanto, algún día me sentiré con fuerzas para salir de aquí y compensarle todo. Primero debo de buscar alguna forma de poder salir adelante por mí misma, sin que las sombras me abrumen, los días han sido mi mejor medicina y la compañía de Oh Sora.

No obstante...no ha sido suficiente, la sombra de aquel día me perseguía y no solo lo digo por mi rompimiento con Luhan sino también por lo que sucedió después, el no poder recordar nada de aquella noche me abruma, tenía un hambre por encontrar respuestas y a las una sed por querer olvidarlas.

Tal vez podría sobrellevarlo en mi vida, pero lo cierto era que nunca iba a poder olvidarlo, aquella sensación de abandono y desdicha y después el de un profundo miedo e incertidumbre, la desorientación por todo lo que me rodeaba, todo aquel a quien observase me provocaba un intenso miedo hasta temblar, y no sabía el porqué, o no quería aceptar la razón, aun hoy en día me niego a creer en algo en concreto, aun si los hechos parecen ser lo más evidentes quiero creer con todas mis fuerzas que mil otras cosas pudieron haber ocurrido mientras estaba inconsciente.

Hay noches en las que de verdad el recuerdo me persigue como pesadilla, en la cual no hay salida, despierto la mayor de las veces sudando frío, con el corazón palpitando a mil por hora, la respiración entre cortada y lágrimas en los ojos, si seguía así Sora me advierto que no le iba a importar mi opinión y que lo iba a llevarme a un psicólogo, sé que desde un principio eso debió de hacer, pero realmente aprecio que me haya dado un poco de tiempo y espacio, todo para que pudiera analizar un poco con calma todo aquello que me perseguía.

Realmente estaba en deuda con esa mujer, no sabía quién era yo y aun así me acogió en su casa, pocas personas harían algo así de arriesgado, aun si sé que las cosas no van nada bien he de decir que siempre he tenido la fortuna de estar rodeada por personas que se preocupan por mí y eso de verdad lo aprecio, aun si siempre me llevaban por todos lados con una etiqueta en la frente de "Cuidado frágil".

Pronto callo la noche y me dispuse a dormir rezando por no volver a soñar lo mismo, sin embargo no tuve suerte la misma pesadilla de nuevo, Sora entro rápidamente a mi habitación con cara de preocupación, la misma cara de siempre que me hacía sentir siempre mal por todo lo que le hacía pasar, asuntos y situaciones que realmente no tendría por qué estar aguantando, sin embargo ella siempre seguía ahí, me mordí el labio para no llorar ya que me recordaba demasiado a Hanna.