Capítulo 17.

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Narra Jesús

Me quedo quieto, no me muevo. Resbalo mis pies, quedándome sentado.

Mi espalda roza la pared, tengo a su yegua mirándome, me recuerda a la mirada de odio que había visto minutos antes.

Me decido por ir a buscarla.

-Elena, me tienes que ayudar. Sólo quiero que me digas dónde está tu hermana.

-La voy a llamar, espera.

Esperé unos minutos, mis nervios aumentaban por momentos.

La llamada que tanto esperaba por fin sonó.

-No quiere hablar, está dolida. Está en el parque de la infancia, cerca de la rotonda de las Naciones.

-Se donde es.

- No le digas que te lo he dicho yo.

- Mil gracias.

Colgó .

Fui lo más rápido que pude. Estaba sentada en un banco.

-Enserio, necesito que me escuches.- Le dije.

-Ahora la que quiere hablar soy yo, y quiero que me escuches. Me ha dolido todo esto por que has sido tú el que estás en medio. Desde que terminé la relación con mi ex, dije que no querría mantener contacto con chicos, me prometí a mi misma no volver a cometer el mismo error. Y aquí estoy, sentada en un banco, repitiendo mis actos de apenas meses.

-No fue con esa intención, no te voy a engañar, yo nunca he sido de relaciones largas, tal vez me gusta cambiar, pero vi en ti algo distinto, llámame loco, pero en este tiempo te he cogido demasiado cariño. Si no te quisiera no estaría haciendo esto, no te estaría buscando como un loco.

-Jesus, necesito despejarme, cambiar de aires, olvidarte por un tiempo. Faltan escasos días para empezar el Instituto, tal vez es la clave para empezar a disfrutar, jamás pensé que diria esto, no se si me entiendes, pero quiero conocer gente nueva, quiero centrarme de una vez por todas.

-¿Y si me echas de menos en este tiempo?

-No te lo voy a negar, tal vez seas la persona que más quemaderos de cabeza me ha dado, pero también me has echo olvidar parte del pasado. Si te echo de menos te prometo buscarte y dejar mi orgullo de lado.

Me levanté y me fui de aquel banco.
A lo mejor ella tenia razón, y lo que necesito es tiempo.

Me dirigí a casa, me encontré a Dani, me estaba esperando.

-¿Como ha ido todo?.- preguntó.

-La verdad que no del todo mal, me ha echo pensar, queremos tiempo. Ahora empieza el Instituto, cambio de aire, conocer personas nuevas.

-Piensa siempre en positivo.- Me aconseja.- Si el destino os quiere juntos, hará todo lo posible.

Narra caro

No me arrepiento del todo en decirle aquello, me duele, sí, pero pienso que puedo con esto, que pronto se va a solucionar y que con suerte volverá a la normalidad.

Llamo a Elena, que no tarda ni medio minuto en llegar donde me situaba.

Me abrazo.

-Es el momento de volver, ¿no crees?

Elena es la que mas sufrió mi dolor con la persona innombrable, la que sabe toda la historia al completo, y por eso se que me intenta apoyar mas en todo.

El camino fue en silencio, la tensión se podía cortar con un cuchillo.

Cuando llegué no dude en pegarme un baño de agua fría, ponerme el pijama y a dormir del tirón.

Narra Elena

La situación por la que está pasando mi hermana no me gusta ni un pelo, no quiero que vuelva a vivir lo mismo que sintió hace tiempo.

Intento pensar alguna manera para intentar que la situación sea menos violenta para todos. Pero demasiada información para tan poco tiempo.

Descansar seria lo mejor para todos.

Narra Caro

Último día de vacaciones, mañana empieza lo duro para algunos, y lo necesario para otros.

Desde lo de ayer no se nada de Jesús. Intenté coger el móvil de Elena para escribirle a Dani y preguntarle, pero la muy zorra cambió la contraseña.

Me dirigo hacia un almacén, para comprar los materiales necesarios para mañana, todo siempre lo dejo para el último día.

Me encuentro allí a varias niñas de mi edad, me miran extrañadas.

Una de ellas se acerca con aires superiores.

-Una pregunta.- dijo directa.- ¿Tu eres la chica que ha estado liada con Jesús Oviedo?

Me quedé perpleja.

- Eso no te incumbe ni a ti ni a tus queridas amigas.- Vacilé.

-Valla cómo está la niña de subida, no te creas especial, Oviedo se ha liado con medio Instituto, cuando lo veamos en serio con alguien, será el Apocalipsis.

Me aparte de ella, me duele lo que dice.

Seguí con mi compra normal.

El camino de vuelta a casa fue aburrido.

Justo cuando iba a meter la llave en la cerradura escuché mi nombre.

Jesús.

-¿Que haces aquí?.- Pregunté asustada.

-Venia a darte una noticia.

Resoplé algo bajito

-Cuentame lo que quieras.

-Han puesto las listas del reparto del alumnado. Este año sólo hay dos cursos, asi que vamos a tener suerte. Dani ha hablado con el director, nos van a dejar ir los cuatro juntos.

Cerré la puerta de golpe.

Yo lo único que quería era que todo pasara.

Parece que a él no le importa estar mal conmigo.

Es hora de aclarar cosas, y zanjar temas definitivos.

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Mil gracias a todas las que leenn, es un orgullo para nosotras que os gusten los capítulos.

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