Reflexiones de un día aburrido

Primer movimiento

+No quiero salir contigo.

-Ni yo contigo.

Simplemente deseo que seas libre, ya que no hay nada más bello que verte rompiendo esas cadenas que te ataban a la rutina de tus tristes días de invierno.
No quiero ser tu novia.
Quiero ser el compás de tu canción favorita, el roce de tus dedos en las cuerdas de esa guitarra, que me hace temblar al sonar, esa guitarra que amas tocar y que gracias a ella y al verde, me elevo, me olvido, me siento yo, me siento libre, me siento tú, porque libertad eres tú.

Me tumbo sobre tu sombra y me resguardo de este sol. Noto los latidos en tu interior, que crean música, que crean arte...

No queremos vernos todos los días, no queremos estar juntos hasta el final , no queremos pensar en el futuro, porque el futuro no existe para nosotros. ¿Por ello nuestro amor es menos valioso?
No te voy a decir que te quiero, no voy a vestir de blanco, ni busco envejecer a tu lado, ni compartir contigo mis días, solo quiero que me transportes, que cuando me acerque a tí me hagas perder el temor a vivir, pierda mi noción del tiempo, pierda toda mi identidad... Ni patria, ni dios, ni raza, ni dinero , ni responsabilidades, ni nombre... Solo dos almas que se dejen llevar por el instinto más primitivo de su ser, solo una canción, una nota, y una palabra que hace que mi frío interior cambie... una palabra que ni mucho menos está relacionada con el amor, porque a cualquier persona se le puede conquistar con palabras bonitas, con alagos... Me alegra no ser una de ellas, ya que solo podría enamorarme con los anárquicos latidos de tu corazón.