El instituto aún esta cerrado pero todos estamos a la puerta con los nervios a flor de piel, se ven caras con sonrisas temerosas al no saber a ciencia cierta que nos espera tras esa puerta, caras de entusiasmo ante un cambio, en mi cara se podía ver una sonrisa forzada para intentar ocultar los miedos que me daba el simple hecho de pasar por esa puerta en la que podía leerse "I.E.S. Pinedo", quizás mi cabeza me estaba avisando de que una vez entrase por esa puerta mi vida cambiaría para siempre, aunque eso era algo obvio, el instituto marca un antes y un después en la vida de todos.
Intentaba pensar en otras cosas para relajarme mientras Claudia, Ana y Maca hablaban de todos las cosas que haríamos en el instituto, como nos íbamos a sentar y lo bien que lo pasaríamos en clase. Entonces se acercó a nosotras una chica.
- ¿Vosotras estáis en el grupo C?-nos preguntó con voz tímida.
- Sí, a las cuatro nos tocó el grupo C, ¿a ti también?-le contestó Maca.
- Sí, me llamo Sara y ¿vosotras?-nos preguntó.
- Yo soy Maca y ellas son Ana, Claudia y Nicol.
- Encanta, bueno nos vemos en clase-se despidió sonriendo.
Empezó a sonar la sirena que nos indicaba el inicio de las clases, había llegado la hora, teníamos que adentrarnos en ese edificio en el que a partir de ahora pasaríamos al menos 6 horas diarias.
Atravesé la puerta de entrada con una sensación de nostalgia al saber que en cierto modo ese simbólico paso mostraba que ya no era tan niña... Recorrimos el pasillo que nos llevaba a las escaleras para subir al primer piso que era donde se encontraba nuestra aula. Al entrar en clase buscamos sitio para estar las cuatro cerca, yo me sentaba a la izquierda de Maca y Ana y Claudia detrás de nosotras.
Entro la profesora que será nuestra tutora en el aula, se llama Mónica, es una chica joven, que de momento parece simpática y además nos dará las clases de inglés, mi asignatura favorita.Lo cierto es que para ser el primer día no ha estado nada mal, en los pequeños descansos que nos daban salíamos al pasillo a ver a los compañeros que les había tocado en otros grupos.
Después de las presentaciones nos dejaron irnos a casa, pero como era costumbre nosotras cuatro siempre quedábamos nuestro portal a hablar un rato, digo nuestro portal porque Maca y yo somos vecinas vivimos en el mismo portal, en el mismo piso y nuestras puertas están una en frente de la otra.