Los nuevos sentimientos de Logan

Capitulo 3- Solo una palabra.

Capitulo 3.

-------Siento la demora, pero más vale tarde que nunca. Así que aquí les dejo el capitulo, lo hice más largo para que la demora haya valido la pena (no sé si está bien escrito). Muchas gracias a los que han comensado a seguir la novela. Y bueno, si quieren que les dedique un capitulo...pues solo avisenme y con gusto lo hago. Un beso grande!!-----

Logan

Tocan la puerta…perezosamente me levanto y me pongo una polera para esconder mi abdomen bajo ella.

Me dirijo hacia la puerta, pero antes de abrirla me acerco al agujero que está en ella, el que permite ver quién es la persona que está llamando.

Un hombre alto, moreno de pelo negro, ojos oscuros, camisa roja y pantalones negros, es el que tocó el timbre. Desconfiado, la abro lentamente, hasta que queda completamente abierta.

-¿Si?-digo.

-¿Eres Logan?-dice el hombre y yo muevo la cabeza en señal de respuesta- Soy tu entrenador: Mark. Al  parecer tu ex entrenador no te dijo que vendría hoy-dice con una sonrisa.

-No, no lo hizo-digo más seguro al saber que Mark es mi entrenador.

-Bueno, solo vine a darte la bienvenida y a decirte que tu entrenamiento comienza mañana: dos en la noche, quizá tres. Un poco después de terminar las clases, harás los deberes y pasaré a buscarte para que vayas a entrenar.

-¿Voy a ir a clases?-claramente a mi ex entrenador le habían faltado muchas cosas que decirme.

-Claro, vienes a entrenar y a clases. No siempre vas a ser un boxeador-dice e inmediatamente lo recuerdo.

Mi ex entrenador muchas veces me dijo eso mientras estaba en Canadá. Pero si hay algo que de verdad amo en la vida es el box no tengo idea por qué me apasiona tanto. Pero creo que a muchos deportistas, escritores o sea lo que sea que hagan, lo hacer por la pasión que sienten al hacerlo. Y es una pena que algún día tenga que dejarlo y al mismo tiempo, dejar de sentir la pasión al hacer algo que me encanta.

-Irás al colegio y después entrenarás desde las ocho hasta las diez. Tu vecina va al mismo colegio al que irás tú. Podrías pedirle ayuda, si es que la necesitas- ‘Claro que no’ pienso inmediatamente.

-Claro-miento y miro la casa de mi vecina, la cual aún no sé su nombre.

-Ten-me extiende una bolsa de supermercado con ropa al interior-Es tu uniforme.

-En Canadá no usábamos uniforme-digo mirando lo que tendré que usar mañana después de entrenar.

-Pues aquí sí-dice.

-Mi otro entrenador ni siquiera sabía que iba al colegio-digo acordándome de él y los buenos momentos que pasamos entrenando.

-¡Se me olvidaba! Aparte de ser tu entrenador soy tu tutor ¿entiendes? Estoy a cargo de ti por el tiempo en que estés aquí.

-Si usted es mi tutor, entonces ¿por qué no vivo con usted?-digo extrañado ya que el era algo así como mi padre ahora.

-Porque sé lo de tu fobia, y tengo siete hijos, más dos perros, tres gatos y una prima que se está quedando con nosotros, es por eso que prefiero que vivas aquí en mi antigua casa.

Ahora entendía por qué la casa tenía tantas habitaciones y todo, bueno con siete hijos dos perros y tres gatos no sería muy cómodo vivir en una casa pequeña.

Sonaba realmente aterrador vivir con Mark en su casa, me imagino a niños pequeños gritando de un lado para el otro, perros ladrando, gatos mallando, me imagino a todos invadiendo la privacidad de todos, sin respetar algo que yo amo “espacio personal”. Realmente le agradezco a Mark por dejarme vivir solo.