El primer día

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Mi nombre es Kyra. Soy una chica que no llama mucho la atención. Mi pelo es rubio, pero mediante vas bajando su tono va cambiando a rojo. Mi estatura es de 1,60 m. No es nada del otro mundo, aunque soy de las más altas en clase. No soy de tener gran cantidad de amigos pero cuido a los poco que tengo. No suelo ser fría. Todo lo contrario. Siempre estoy alegre y muy amable, cosa de la que me arrepiento a veces. Hay gente que intenta aprovecharse de mí y yo como idiota no logro evitarlo.

Hoy comienzo un nuevo curso. Voy a primero de preparatoria. Esto me hace sentir nostalgia por aquellos días de colegio, cuando no tenía apenas preocupación por estudiar. Este es el precio de crecer. Tiene sus desventajas y ventajas, supongo.

Aún tumbada en la cama decido estirarme lentamente mientras doy un gran bostezo. De un salto energético salto de la cama y me levanto. Al mirarme al espejo puedo ver mi pelo todo enredado y horrible. Tomo el cepillo a mi izquierda y lo peino lentamente para evitar dolor. Al finalizar, voy a mi armario y cojo mi uniforme.

-"Cariño, date prisa. El desayuno está en la mesa."

Mientras abrocho mi el último botón de mi camisa, la voz de mi madre suena en el piso de abajo.
Corro por las escaleras y llego a la cocina. Ya soy mayor para hacer mi propio desayuno pero me madre insiste en querer prepararlo. Aparto la silla un poco atrás para sentarme. Aún se notan las ojeras que me salen recién levantada. Mi madre sonríe mirando hacia mí.

-¿Qué tal estás hoy? ¿Preparada para un nuevo curso?

-Ah, sí. Estoy un poco nerviosa. ¿Que tal tú?

-Hoy no trabajo. Aprovecharé e iré a hacer las compras.

-Um. - Asiento con la cabeza.

Termino de desayunar y me levanto sacudiendo la falda por detrás. Me despido de mi madre y voy a por mi maleta. Al mirar la hora ví que pasé demasiado comiendo. El tiempo había pasado muy rápido e iba a llegar tarde para el autobús si no me daba prisa. Salí como una bala, inclusó olvidé abrigarme. Tenía tanto frío que mis pies dolian, las piernas temblaban, mis manos se congelaban y mis labios se agrietaban. Comenzó a nevar y aún estaba lejos de la parada de autobús. Las calles se estaban cubriendo de una brillante nieve. El blanco incluso hacía que me doliera la vista.

Yo corría y corría. Estaba tan cansada que mi velocidad disminuía cada vez más. Alcé la vista y a lo lejos se podía ver la parada. El autobús ya estaba allí esperando. Era muy feliz de por fin haber llegado, pero mi mala suerte volvió a atacar. Mi pie resbaló en la nieve y caí al suelo golpeando mi rodilla. Intenté levantarme como pude. Afortudamente lo conseguí, pero el vehículo ya se puso en marcha. Mientras más se alejaba, menos podía creerlo. No iba a poder ir a clases porque perdí el autobús.

Llegué a la parada y decidí sentarme allí para descansar. Agarre mis piernas entre los brazos. El frío me estaba matando, todo mi cuerpo dolía. De pronto, una lágrima cayó por mi mejilla. La sequé con mi manga, pero más de ellas aparecieron.

-Oye, llevas el mismo uniforme que yo. ¿También perdiste el autobús?

Una voz grave pero a la vez dulce se oía a mi lado. Rápidamente miré a aquella persona. Por las lágrimas que inundaban mis ojos no podía verla bien, pero era una chica de cabello rojo y corto. Quitando el detalle de la falda, parecía un chico. Medía según yo entre 1,70 - 1,75.

-¿Te encuentras bien? No llores, anda

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-¿Te encuentras bien? No llores, anda. ¡Ah! ¿Y esa herida en la pierna? ¿Te pasó algo por el camino?

 ¡Ah! ¿Y esa herida en la pierna? ¿Te pasó algo por el camino?

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-Vine corriendo y me caí. Por eso he perdido el autobús.

-Ya veo. Umm... ¿No tienes frío?

-Sí, mucho. Olvidé abrigarme antes de salir

-Ah, pues toma. Tengo una bufanda y guantes.

-¿Eh? Pe-Pero si no nos conocemos. No deberías ofrecerme esas cosas...

-Vas a la misma escuela que yo, no pasa nada. Tal vez te vea allí y me lo devuelvas en cuanto puedas.

Agarré las prendas y me las puse. Estaban muy cálidas y eran muy agradables de llevar. Miré a la chica y le sonreí.

-¡Muchas gracias! ¿Cuál es tu nombre?

-Llámame Ashly.

-Oh, encantada. Yo soy Kyra.

Extendí mi mano y ambas nos dimos un apretón. Sus manos no llevaban guantes, e incluso con los míos puestos pude sentir lo frías que estaban. Agarré su manos y las acerqué a mi boca expulsando un cálido aliento.
Ashly se sorprendió y noté como su temperatura subió de repente.

-Deberías llevar guantes, tus manos están demasiado frías.

-¡A-AH! N-No... Yo no soporto los guantes... Em... jaja...

-Bueno, será mejor que vaya a casa.

-Yo... me quedaré por aquí. No quiero que mi madre se entere de que perdí el autobús.

-Vas a resfriarte. ¿Por qué no vienes a mi casa?

-Pe-Pero nos acabamos de conocer.

-No importa. Pareces buena persona.

En su cara se notaba una linda expresión de sorpresa. Aquella chica era realmente bonita, incluso me hacía sentir algo celosa. Las dos comenzamos una charla y fuimos dirección a casa.

♥ ♥ ♥
{Y HASTA AQUÍ EL PRIMER CAPÍTULO. OJALA DISFRUTEN LA HISTORIA TANTO COMO YO :3}

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