Noches En Vela

La luz del corazón

Mi familia es muy rara. Olvido como se siente soñar. Mi ciudad al principio era hermosa, pero desde que llegó aquel hombre olvidó como imaginar. Todos son aburridos, los niños no juegan, los inventores no crean, los artistas escasean. Solo yo y otro chico sabemos cómo se siente escapar de la prisión en la que nos encerraron.
Desde entonces mi vida ha sido complicada. Mis padres antes me ayudaban a mejorar mis habilidades, pero ahora solo me humillan frente a las personas, no tienen decencia alguna, ya no les importo, la vida no es como era antes. Han pasado muchas cosas en mi vida ¿Quieren conocerlas? Síganme será un viaje lleno de emociones, misterio, terror y cosas que la ciencia misma no podrá explicar.
Corría el año de 2010 yo tenía 9 años. En ese entonces mi familia y yo nos acabábamos de mudar a la cuidad. Todo era tan hermoso y delicado, había colores brillantes, la magia existía, los cuentos de hadas eran reales, claro sin la parte fea. Yo no era muy sociable en aquel entonces, pero me encantaba mirar a los otros niños de mi edad jugar con esas latas de pintura y crear vida llena de vida y colores, pero, aún así, mi mundo no dejaba de ser igual, yo no podía hacer eso, no sabía dibujar, pero aún así tenía tantas ganas de intentarlo. Un día uno de los chicos que observaba se dirigió hacia mi, me dio una lata de pintura y me dijo que jugará con ellos, no estaba tan segura de que podía pasar, aún así lo intenté, dejé que la pintura saliera de su recipiente y comencé a dibujar en el aire un pequeño muñeco de trapo y este poco a poco comenzó a cobrar vida, sus colores no tan brillantes destacaban entre aquellas almas de pureza y resplandor.

Nuestra ciudad depende de la imaginación de sus habitantes, sin ella la vida que hay en este lugar se desmorona poco a poco hasta que no haya nada más, la agonía y la desesperación llenaran los corazones de cada persona. Todo se pondría de color gris y eso un hombre que siempre vestía traje y corbata lo sabía perfectamente, así que inicio su plan macabro.
Fundo una terrible compañía y arrasó con toda la flora y fauna del lugar, maquinas enormes que parecían sacadas de una película de terror arrasando todo a su paso. Animales y plantas que solo vivían aquí ya no existen, el paisaje tan místico a quedado vacío lleno de dolor y desesperanza, la imaginación a quedado casi nula, los ojos de las personas ya no tienen vida, todo gracias a ese que llaman... Rey. Será rey de los idiotas, pero el mío no es, tubo el descaro de matar todo ser viviente que había en nuestro mágico pais. El impuso una nueva ley: todo aquel que tenga imaginación será arrestado, y interrogado. Esto con el fin de que diga dónde están los demás soñadores. De lo contrario tendrá un severo castigo que su alma no podrá soportar y dejará de soñar.

La vida en mi mundo no ha sido la misma desde que el llego, el cielo se nublo y el sol ya no sale, las nubes oscurecen nuestra ciudad, amenazando con soltar las pequeñas gotas de lluvia que inundarían la vida de cada habitante, la tristeza inundan las calles de la ciudad, dejando ver una gran agonía que no se puede evitar fácilmente, tienes que luchar sin poder descansar para escapar de ella.
Dos jóvenes fueron arrestados, por más que lucharon ese vil sentimiento los atrapó, envolviéndolos en una enorme masa de penumbra y tiniebla. Uno es conocido por el nombre de Shadow, misterioso, alto y guapo, elegante, a decir verdad, creaba los más grandes poemas que el mundo gótico podría imaginar, cada palabra que plasmaba era como un dulce de fresas. El otro llamado Asistente, mi mejor amigo, nos conocimos hace mucho en una pequeña laguna de colores arcoíris a las afueras de la ciudad. Las demás personas tienen miedo y ya no crean, ya no sueñan, y mucho menos imaginan. Desde ese entonces mis padres parecen zombies, siempre obedientes sin ningún descanso, casi nunca están en casa, pero eso no importa, los liberare de esa prisión y les hare recordar la felicidad.
No quiero volver a verlos, son odiosos, de lo peor. Me maltratan, me humillan, disfrutan de mi sufrimiento. Si ese es mi castigo por soñar no me interesa, solo quiero ser feliz como lo era antes. De ahora en adelante todos me conocerán como cherry, la que reparte esa pequeña luz en su corazón y hace felices a eso niños que creen que los dejaron abandonados a su suerte.
Salía por las noches y visitaba barrios poco recurridos. Solo eramos yo, mis latas de pintura, mi sudadera y mi gran imaginación pintando paredes enteras, mientras estás cobraban vida y caminaban sin rumbo alguno. Cada dibujo con un mensaje de motivación, seguramente van a repartir mi mensaje, logrando que las personas no se sientan tristes. Ya no me importaba nada, solo mi seguridad y la felicidad de las personas, quería que no se sintieran solas.
Corría por los tejados con tal de que no me atraparán, pero aún así sabía que tarde o temprano lo harían, aun así, seguía haciéndolo, no tenía que perder, a decir verdad. Evidentemente mis acciones molestaron al rey, quien en un intento desesperado por atraparme ofreció una recompensa de nada más ni nada menos que de $5000000 si, así como lo oyen esa cantidad solo por una niña, ¡Qué ridículo! Ni que fuera a matar a alguien o algo así, digo solo soy una linda y hermosa niñita que no tiene nada, no es que pueda levantar una revolución o algo así aunque eso no sería tan malo después de todo requiero ayuda para derrotar a ese maldito infeliz que arruino mi vida, claro necesitaría muchos soñadores para dar fin a este mundo gris y oscuro que construyo un solo hombre y que más personas por miedo lo siguieron como si de ovejas se trataran. Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me fijé que alguien me tapaba el paso. Debo admitir que entre en pánico, pero, cuando alcé mi vista aquella figura se había ido dejando un montón de hojas entre mis pies, un exquisito poema de aquel chico que una vez nos entrego un mundo de fantasía y romance.
En fin en estos momentos me encuentro en la escuela o mejor dicho la cárcel, los maestros solo nos enseñan cosas lógicas ¡Aburrido! Solo hacen que me duerma, ojalá pueda irme de aquí, no aguanto este tormento. No caeré sin luchar no dejaré que ellos me laven el cerebro, jamás lo lograrán, esas sucias ratas de laboratorio no me dañaran tan fácilmente, lucharé contra su hechizo, los mejores majos me dieron la oportunidad de escapar de aquellos hechizos. Pero eso no quita que tengo que fingir prestar atención para variar, los profesores son tan tontos, no se dan cuenta de lo que realmente hacen sus alumnos. Cómo sea, la única parte divertida es ver cómo el profe hace explotar el laboratorio cuando hace mal un experimento.

La luz no se opaca si tu no lo permites, el corazón late fuertemente con cada paso que des, si tropiezas levántate y sigue tu camino, que nadie te pare, pues solo tu puedes lograrlo

- Bloomix estudio