Cumpleaños

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lunes, 06 de junio de 2016

Son las nueve y media de la noche.

Estoy escribiendo esto desde un sofá. No es que sea cómodo, simplemente no quisiera preocupar a mi familia, como ha sucedido cientos de veces.

Está oscuro, sólo la luz de la cocina ilumina el ambiente perturbador.

Pero está bien.

He recibido tus llamadas y tus mensajes. Quiero contestarte, pero no puedo. Una parte de mí todavía se aferra al fantasma de mi pasado, donde todo era felicidad. Cuando no conocía la tristeza.

Pero ahora las cosas han cambiado, uno aprende a ver la realidad de las cosas y se da cuenta de que todo puede pasar en la vida.

Es triste pensar en cómo al pasar de los años la realidad se revela como algo crudo y nada bonito.

El último mensaje lo recibí sólo hace unos minutos. Quería llorar. Quería salir huyendo lo más rápido posible, perderme en la nada, desaparecer, desear que todo fuera diferente. Pero nada es como lo deseas.

Querías explicación, pero yo no te la di. Quiero que veas el daño que has hecho, quiero hacerte entrar en razón.

¿Acaso no fue suficiente nuestro amor?

Te conformaste con lo terrenal, con la ruta más sencilla.

A veces pienso que no tienes vergüenza.

Quiero abrazarte y decirte que te quiero en mi vida, pero sé que ya nada volverá a ser lo mismo.

¿Te das cuenta de que lo has arruinado todo?

Tuviste todo, pero para ti fue nada.

Tal vez mañana me arrepienta de lo que estoy escribiendo ahora mismo, pero eso no me importa.

Has hecho sufrir a muchos, a mí.

No puedo llorar. Quiero desahogarme con gritos y lágrimas, pero es inevitable no hacerlo.

Te quiero y te odio.

Sólo quisiera saber algo.

¿Por qué lo has hecho?

De verdad creí que te importaba, pero has demostrado lo contrario.

Quise llorar hace una hora, pero no lo hice. Tal vez lo haga en la madrugada.

Siento que estás, y al mismo tiempo no. Ni yo mismo me comprendo.

Lo más triste de esto, es que hoy cumplo dieciocho años.

Soy mayor de edad, pero aún no comprendo muchas cosas.

Soy diferente a otras personas, soy sensible.

Demuestro una actitud amable a los demás, pero por dentro soy un desastre.

No le cuento a nadie sobre esto, no por que desconfíe de los demás, sino porque no quiero entrometer a alguien en mis asuntos.

Prefiero guardármelo a mí.

Explicar todo lo que siento sería imposible

Sólo quería desahogarme, pero aun así siento algo dentro de mí que me hace sentir vacío y confundido.

Sí, se llama tristeza.

Feliz cumpleaños.

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