ALEJATE DE MI

3. Cena Agradable

Después del bochornoso momento, Daniel y yo nos miramos y comenzamos a reír, a lo cual la chica nos miro un tanto extrañada pero igualmente sonrió.

Por fin me decidí por una cama con Dosel hermosa, compre edredones y sábanas en color blanco. Después de tanto nos dirigimos a nuestros departamentos, estábamos tan cerca de los comercios que me convino por que pude percatarme de un supermercado, un mercadito local, cafeterías, entre otras cosas que llamaron mi atención.

*Daniel*

Sofía está tan dulce que causa ternura en mi, ella es tan transparente, sólo verla como se sonroja, hoy la invitaré a cenar, siento la necesidad de conocerla, saber de ella, me siento tan estúpido, cuando quería saber de la vida de una de mis conquistas pero ella, ella era diferente y es lo que más me intriga.

Después de dejarla en la puerta de su departamento con la promesa de ir a cenar a mi hogar, ella aceptó encantada.

-Sofía no te olvides a las 8

-Ok, ahí estaré prometido- me dijo alzando una de sus manos en señal de promesa.

*Sofia*

Me apure a bañarme, aunque tenía tiempo era la primera vez que un chico me invitaba a cenar y no sabía que ponerme, o como actuar, de verdad que los nervios me estaban matando.

Me decidí por unos Jean's cómodos una blusa Blanca, unos pocos de accesorio y sólo eso, no era adicta al maquillaje así que sólo retoque mis labios y listo. Me dirigí de lo más nerviosa a su puerta, toque el timbre algo nerviosa y logre oír desde adentro.

-Pasa- me dijo él con toda la calma del mundo.

Me introduje en su departamento ya había alistado una mesa para 2, y verlo cocinar me causó un poco de gracia, con ese delantal negro a rayas, se veía como un cocinero muy guapo.

-Wow! quien diría que tengo un vecino multifacetico- dirigió su mirada hacia mi lo cual me hizo sonrojar otra vez, creo que ya se está haciendo costumbre, debo parar va creer que soy una niñita.

-Dani y a que te dedicas.

*Daniel*

Verla entrar tan natural sin gota de maquillaje, me quede anonadado de verdad que su dulzura y sencillez la hacian ver hermosa y sexy sin ella proponérselo.

-Bueno Sofi, puedo llamarte asi- a lo que ella afirmó con un leve movimiento de cabeza- Tengo una agencia que ofrece distintos tipos de servicios desde modelos, hasta edecanes y meseros Élite para las grandes empresas.

-A de ser padrisimo estar rodeado de mujeres hermosas- contestó ella como muy ella, me cuesta tanto describir su dulzura, que tonto, tonto, me causa ternura toda ella.

-Que planes tienes Sofi- se quedó pensando como no sabiendo que decir.

*Sofia*

El preguntaba sobre mi vida que decir, no me avergüenzo de donde vengo - Dani a cabo de cumplir la mayoría de edad el Estado solicitó a la Madre Carlota mi salida del internado, ya que no podía seguir ahí, mi madre Carlota junto con las demás me proporcionaron sus ahorros y este departamento para que empiece la Universidad.

-Quiero estudiar Mercadotecnia y ser una de las mejores si, si.

Me quede mirando a Daniel tenía la vista un poco perdida como analizando mis palabras.

-Pero no me tengas lástima, ni se te ocurra, esta es la vida que me tocó vivir por que Dios así quiso, me puso con las personas correctas que me han dado mucho amor- le esboze una sonrisa para saber que las cosas están bien.

*Daniel*

El saber que ella había crecido en un orfanato no le molestaba en lo más mínimo, irradiaba felicidad, tal vez si mi vida hubiese sido así, yo hubiese sido un delincuente, pedirme que no le tenga lástima-  No Sofi, lástima nunca, me pongo a pensar como es que eres tan feliz a pesar de donde vienes y muy bien por ti eso te hace especial- se vuelve a sonrojar y nos reímos a la par.

Ya lista la cena nos preparamos, platicamos de todo un poco, ella es muy graciosa, transparente no hay medias tintas con ella y tan sólo tiene 18 años, no soy un viejo pero a mis 27 bien vividos.

Miro mi puño para ver la hora-  Ya es la una de la mañana- a lo cual ella pega un gran salto.

Ya no son horas de visita- lo dice de repente, se prepara para irse dándome las una y mil gracias.

*Sofia*

La una, es muy tarde, no son horas de estar de visita, todo estuvo delicioso, gracias y yo quitándole el tiempo- dirijo a la puerta y Dani me sigue, me despide dándome un beso en la mejilla que me provoca un escalofrío.

Sensaciones que no conozco me brotan del estómago, volver mi mirada y el me observa desde el marco de la puerta, más feliz no podría estar, un departamento lindo y un vecino encantador.

Me puse cómoda para dormí en el suelo ya que mi cama llegaba máximo en 5 días así que dormiria en el exquisito suelo.