III

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-Odio los lunes- Soltó Paula con mala cara mientras ella y sus dos amigas se dirigían al instituto.

-Venga Paula, anímate- Intentó animarla Nel.

-Yo estoy de acuerdo con ella- Soltó Jodie mientras Nel le dirigía una mirada asesina- Los lunes son una depresión, son como la gran resaca del fin de semana.

-De verdad que alegría de amigas tengo- Protestó la rubia fijando su mirada al frente- Por cierto Paula dentro de poco será tu cumpleaños.

-Gracias por recordarme que me hago vieja Nel.

Jodie miró a la rubia y esbozó una mueca restándole importancia.

-Déjala no esta de humor- Dijo Jodie susurrándole al oído a su amiga.

Cruzaron la esquina subiendo por la pendiente que desembocaba en la gran puerta del instituto. El peso de la mochila y el cansancio acumulados no eran buenos compañeros un lunes a las 8 de la mañana y, por desgracia, les sobraba de ambos. Sus simples rostros eran un mapa: Cansados y ojerosos debido al fin de semana que habían tenido.

Conforme se acercaban al instituto Paula divisó a la última persona con la que le hubiera gustado cruzarse esa mañana.

Apoyado en la verja roja del instituto, con su característica mirada cansada, las manos en los bolsillos y su oxigenado pelo ligeramente peinado hacia arriba, la combinación perfecta de malote de instituto y chico que pasa de todo, la guinda la ponía el uniforme: La camisa por fuera del pantalón, la chaqueta sin abrochar y el cuello de la camisa abierto dos botones más de lo permitido dejando a relucir su blanquecino cuello.

Suga hacia que todas las féminas suspiraran por él y todos los tíos le temieran, aunque no fuera capaz de tumbar a la mitad de ellos, pero era su aura, su apariencia, decía a gritos "no te acerques a mi si no quieres tener problemas". Así era Suga, todo un caso, ni un lunes a primera hora se libraba de su aspecto sobrio y de odiar mucho la vida.

-Mierda- Maldijo Paula.

Nel y Jodie miraron en su misma dirección hasta divisar a Suga, miraron a su amiga con cierto halo de preocupación, temían que se armara la tercera guerra mundial en la puerta del instituto.

-¿Te está esperando o son imaginaciones mías?- Preguntó retórica Jodie repasando con la mirada al rubio.

-Lo sé- Suspiró Paula- Me está cansando ya un poco. Lo "nuestro" pasó hace tiempo, que pase página de una vez.

-Paula tú estas segura que se lo dejaste bien claro- Preguntó tímida Nel.

Paula la miró dubitativa, haciendo recuento mental de todo lo que le había dicho a Suga, la verdad era que en ningún momento le dijo claramente que ya no lo quería para nada.

-Tal vez deberías decirle que le utilizaste para desfogarte un tiempo y ya porque... porque...- Titubeó Jodie- Bueno miralo, cualquiera se lo tiraría.

Jodie fijó la vista en el rubio, la verdad es que cada día Suga le parecía más atractivo. Tenía ojos en la cara y debía admitir que Yoongi tenía algo especial, algo que te atraía hacia él y bueno... Todo el mundo conocía su historial en el instituto. Hasta una vez hizo una apuesta con Tae a ver quien ligaba con más chicas en una semana y... Ganó él.

Min Yoongi no era atlético como Jimin, ni tan listo como Rapmon, ni tan buen bailarín como J-hope, ni tan extremadamente bello como Tae, ni era tan dulce cual caramelo como Jin, pero Min Yoongi tenía algo, algo que hacia que le cayeran las bragas a la mitad del alumnado femenino del instituto con solo una mirada, o cautivarlas con un par de palabras de su suave y aterciopelada voz. Si, Suga había tenido su época dorada donde le iba bien, muy bien, con las chicas pero algo en él había cambiado desde la primavera del año pasado cuando una morena de cabello ondulado y ojos oscuros fijó sus ojos en él.

Sweet [Suga.BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora