Primeros Pasos

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Y allí estaba...
tirado como la basura arrinconada en la esquina... como perro de calle...como indigente... como siempre...como me gusta...

-Muchas veces en mi vida, pensé en el suicidio como solución.
No por miedo a vivir, tampoco por miedo a la muerte... Más bien por el hecho de mejorar mi situación.
Mi moral, se encuentra establemente normal, rara vez suelo llorar, por lo que mis sentimientos también permanecen intactos...-

Eso le contaba mi psicólogo, en una de sus citas.
El fue mi único confidente, mi único oyente, el único que no me criticaba. El era especial.
¿Quien era mi psicólogo? se preguntarán, si yo estaba en la calle.
Bueno les cuento, mi psicólogo no era de los mejores dando consejos...De hecho éste no hablaba, pero era muy perspicaz con las morisquetas y ademanes, tanto que mediante un sencillo análisis de estos podía comprender con facilidad el mensaje que me quería transmitir.
Nunca logré entender el motivo por el cual no hablaba, era incoherente el no hacerlo.
El único sonido que emitía, y digo emitía por que parecía que lo hacía por instinto, era un chirrido bastante agudo. Como un *hiiig- hiiig* o algo por el estilo.
Era muy raro, como si se tratase de un ratón... de hecho ahora que lo menciono, éste compartía muchas similitudes a lo que se define como ratón... orejas redondeadas; bigotes largos, finos y móviles, como el de los gatos; cuerpo delgado en el pecho pero abultado atrás como araña; cola larga; muy ajustable a casi cualquier impedimento físico, en tono de broma me refería a el como cortoncionista del circo jaja, era casi como de goma.....
No lo se... en fin, no soy nadie para jusgar.
Me visitaba con frecuencia por las noches, casi a diario. A veces eran citas y otras visitas, incluso durante la misma visita éste iba y venía.
En algunas ocasiones venía, comía y se iba 1-2-3 y hasta 4 horas, y después volvía por más alimento.
Como ya lo mencioné, este siempre que venía comía, algunas veces más otras menos, pero siempre algo comía.
Tenía un gran apetito y un gusto algo peculiar por la comida.
Psicólogo *pss*... si que fui idiota....

Tengo 116 años, ¿increíble no? jaja yo tampoco lo creo pero así es.
Para mi edad tendría que presentar un físico muy desgastado y corroído por los años, y el paso del tiempo. Pero no es así.
Si se que estoy algo viejo pero intento mantenerme lo mejor posible. Realizo ejercicios por las mañanas seguido de un estiramiento muy reconfortante, no como mucho para cumplir una dieta.
Poseo un cuerpo esbelto; cabello agrisado por las canas, pero liso y esponjoso; ojos color avellana; piel Blanca y arrugada, con destellos de suciedad.
Vestía unos harapos viejos que el psicólogo me regaló en el cumpleaños número 100.

Es cierto no tenía dinero ni fuentes de trabajo de las cuales me pudiera abastecer, pero aún así me mantenía con una gran calidad de vida.
El vivir en la calle fue mi elección, no una decisión como pueden estar pensando, solía vivir en una gran casa ecológica que yo mismo construí. Era hermosa, hecha con las mejores cajas de cartón, de hecho y no es por presumir pero todo el techo estaba fabricado con la mejor calidad de cartón importado de U.S.A.
Muy ecológico de mi parte... me tenía que dar ciertos lujos de vez en cuando, y la casa fue uno. Prosigo. Allí viví un tiempo, fueron 2 o 3 años, pero durante ése tiempo, por temporadas, fue una constante lucha.
Esa lluvia... siempre creí y creeré que me tenía envidia por mi casona. Y que mejor manera de representar su enojo, pues claro, intentando destruirla; la mojaba, a veces más otras menos. Obviamente que cuando la estaba destruyendo, yo salía para proteger mi propiedad, eran alaridos en vano, ya que yo también terminaba empapado.
Eso a mi me molestaba mucho, hasta parecía que intentaba burlarse de mi..
. ésta llamaba a su idiota y grandote amigo que le gustaba gritarme, era bastante tenebroso ya que en cada grito iluminaba por completo el cielo, tanto que parecía de día.
Y cuando éste se enojaba, lanzaba a diestras y siniestras cargas eléctricas. Tuve suerte que ninguno me pegó si no hubiera muerto hace mucho.
Era una pelea constante contra los dioses del tiempo...
No lo soporte más. Tuve que irme, ésa maldita perra sucia logró su cometido, se quedo con mi casa y todas mis pertenencias. No hubo caso, y para colmo cuando hice presente a las autoridades me dijeron que estaba quedando loco, que sería bueno que visite a un psiquiatra lo antes posible, si no se verían obligados a volver con un chaleco de fuerzas para internarme en "recuperación", o así lo llamaron ellos, pero !!patrañas¡¡ yo no estaba loco..... ¿o si?.

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⏰ Última actualización: Jul 26, 2016 ⏰

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