¿Me amas?

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(PV Melchor)

¿Esto es real?

No podía creer que esta mañana terminé resignado luego de que tanto tiempo con mi Keima no sabía qué hacer y ahora vamos camino a mi cuarto a tener nuestra primera relación.

Ya sé que dije que lo quería para mi y hacerlo gritar de placer, pero cuando dejé a un lado mis deseos sexuales me di cuenta que me gusta hablar con él, esos momentos en lo que sólo nos sentamos a comer o decir tonterías me parecieron perfectos, no tenía que esconderme en el baño a tocarme para sentirme satisfecho, sonreía al recordar su inocente rostro asombrado por todo, cuando hablaba de su entrenamiento o se quedaba dormido a mi lado, era hermoso y ahora.....estoy nervioso.

Llegamos a mi cuarto y lo abracé por la espalda ¿cuando fue la última vez que le hice el amor a alguien? La verdad no lo sé, como Demonio sólo me divertía y no tengo recuerdos como humano.

Bueno.....hay un recuerdo que incluso hoy mantengo, el día en que morí.

Comencé a besar el cuello de Keima y se estremeció, es tan adorable que quiero quitarle la ropa y empotrarlo contra la pared, pero debo calmarme, ya habrá tiempo para eso, mi Angelito es virgen y sólo me a visto en sueños. 

Si, ese sueño lo hice para estimularlo, al menos el primero, los demás fueron de mi lindo Keima.

Le di la vuelta y lo besé, primero suave y gentil como suelo hacerlo en público, pero mis manos inquietas bajaron hasta su trasero apretándolo con fuerza

- ¡Ahh!- Keima cortó nuestro beso para gemir, que sonido tan hermoso. 

Sus mejillas estaban rojas y respiraba agitado, comencé a quitarle la ropa mientras mis manos acariciaban sus hombros, su pecho y lamer sus pezones, gimió excitado cuando lo mordí.

- D-duele.- susurró avergonzado.

- Paciencia Keima, sin preparación previa podría ser peor.- le dije mientras lo sentaba en la cama y le quitaba los pantalones.- Veo que te gusta.

El miembro de mi Angelito estaba erecto, era mejor que verlo en sueños, decidí darle un regalo por su buen comportamiento y pasé mi lengua por la punta, gimió más fuerte pero no se corrió, lástima, quería ver esa carita avergonzada de mi sueño. Poco a poco lo metí en mi boca, lo lamí cada vez más fuerte y jugué con sus testículos, mis pantalones luchan por mantener mi propio miembro apretado pero tengo que soportarlo.

- ¡Mel....chor! ¡Espera!- escuché la voz de Keima entre gemidos.- ¡No....pue....! ¡Voy a....!

- Hazlo Keima.- le dije.- Correte para mí, déjame ver como llegas al orgasmo por mi y nadie más.

- Mel..c ¡AAAAAAAHHH!

Me metí el miembro  y  su semen inundó mi boca, mi cara y a mi pervertido Ángel, tragué todo lo que pude hasta que quedó limpio, Keima se tapó la cara rojo de vergüenza.

- ¿Por qué hiciste eso?- susurró.- Eso es tan....sucio.

- Es tuyo así que está bien.- le dije sonriendo mientras me desnudaba.- Ahora estás relajado y listo para lo que viene.

Lo acomodé en la cama y aunque trató de ponerse en cuatro lo detuve. No, quería verlo a los ojos cuando gritara mi nombre, quería que me abrazara fuerte y no olvidara que lo hice mío para siempre.

Busqué el lubricante que tenía en mi pantalón, pero luego pensé en algo y acerqué mis dedos a su boca, al principio la cerró con fuerza pero después pasó su lengua tímida entre mis dedos, mi erección me duele demasiado, la calidez de su boca me excita cada vez más. 

Mi Angelito InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora