Capítulo 20. ¿No te importa?

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Narra Ane.

Despierto confusa, sintiendo como me duelen todos y cada uno de los músculos de mi cuerpo. Me extraño aún más cuando caigo en la cuenta de que estoy en el suelo, y mucho más cuando siento que no estoy completamente congelada. Ya ni hablar de cuando siento un brazo rodear mi cintura. Por un momento tengo la necesidad de chillar, asustada por encontrarme así con alguien, ya que dormir...en dormido en muchos sitios. Las fiestas se descontrolan muchas veces, pero nunca me despierto con nadie a mi lado. Entonces caigo en la cuenta de quien es el que me rodea y, aunque no me relaje del todo (ya que es bastante extraña la situación) al menos no tengo el miedo de haber perdido las bragas o algo por el estilo.

Así que nos quedamos dormidos, nos quedamos dormidos en el suelo, yo acomodada contra él y él abrazándome con gentileza pero aún así fuerza, como si temiera que fuera a escapar.

No puedo evitar sonreír débilmente, ignorando por completo las ideas que pasan por mi cabeza, recordándome una vez más lo que pasó la última vez que me sentí así. Llevo una de mis manos a su mejilla, por el momento tan pálida como el resto de su rostro, cosa poco habitual, ya que normalmente está colorada hasta límites insospechados, y acaricio con suavidad. Veo cómo él hace ligeras muecas, ya que aunque se encuentre en el quinto sueño, siente mi caricia, finalmente acaba por sonreír, todavía con los ojos cerrados y dejando salir suaves suspiros. Aparto mi mano con cuidado de su mejilla para llevarla hasta su pelo, dejando que mis dedos vaguen tranquilamente, peinando y despeinando los mechones rubios. Ante ésto, él gruñe mientras se acerca a mí, como si no quisiera que parara, y por descontado, mi sonrisa se amplia.

Lástimas que estas cosas nunca duren tanto como deberían.


--¿Ane? ¿Se puede?


Se escucha la voz de mi madre al tiempo que unos toques en la puerta. Me levanto de un golpe, sin tener en cuenta el brazo de Niall, que cae como un peso muerto al suelo, y a pesar de ello, él sigue dormido, con una mueca ahora de molestia, pero dormido.


--Mierda-mascullo para mí misma, esperando que no me haya oído mi madre-¿Puedes esperar un segundo, mamá?

--Está bien... ¿Te pasa algo?-pregunta extrañada.

--No, no-No, solo el chico con el que ayer me viste morreándome y por el que diste por hecho que iba a follarme detrás de cada seto está durmiendo en el suelo. Pero oye, al menos los dos tenemos la ropa puesta. ¿Qué hay para desayunar? pienso mientras pienso en cómo levantar a Niall con toda la delicadeza posible-Todo bien, un segundo.


Escucho otro "Está bien" aún más extrañado que el anterior, y me acuclillo al lado de Niall. Sí, se ve muy tierno y muy mono, pero no es momento para cosas bonitas, por lo que solo le sacudo de un brazo, tratando de no ser demasiado brusca.


--Niall. Niall despierta-prácticamente le pido, con cierta desesperación. Él solo emite un gruñido como respuesta.

--Es muy pronto-responde con la voz bastante más grave de lo que recordaba que ayer tuviera, rasgada a causa del sueño, y demasiado alta como para que mi madre no lo haya escuchado.


Le chisto tapándole la boca, haciendo que él abra los ojos confundido. Aún con sus labios cubiertos por mi mano, puedo sentir cómo sonríe ampliamente, y dice bajo mi mano un "Buenos días" que me habría encantado escuchar en otras circunstancias.

I was stupid for letting you go... (SUBIDA LENTA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora