Mary estaba bajándose del auto. Entró al estadio y vio a Marco, entrenando, esforzándose, dejándolo todo en cada ejercicio.
Se encaminó a las gradas y esperó a que Marco la viera.
Marco: Hey!, creí que no podías venir.
Mary: Al final si pude.
La besó, un beso tierno y suave.
Marco: ¿Qué prefieres, ir a cenar hoy o nos quedamos viendo una película?
Mary: Pero, mañana tienes partido.
Marco: Y por eso quiero pasar esta noche con mi amuleto de la suerte.
Mary: Marco, no puedes salir, tampoco quiero que por mi culpa no juegues mañana.
Marco: Película entonces, así no salgo.
Mary: No debes quedarte despierto hasta tarde.
Marco: Ya veremos que hacer, solo quiero estar contigo.
Marco se alejó de nuevo para seguir entrenando, Mary solo pudo sonreír. El futbolista se acercó con sus compañeros y empezó a hacer bromas, eso la hacía feliz, ver que el lo estaba y que hacía lo que mas le gustaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
