Sería muy pesimista empezar diciendo que soy un desastre. Un desastre en todo lo atacado a lo formal, un desastre en todo lo que esté relacionado con vivir. Que no es todo, porque hay días, o semanas, incluso meses, que sólo subsistía. Me sentía sola, mal, sin ganas de hacer nada, con ganas de llorar y formar un río con mis lágrimas, donde los peces vivirán felices gracias a mi tristura.
Y es que, yo era todos esos "te quiero" que nunca pronuncié, por miedo a escuchar un "yo también" como respuesta. Fui y soy amiga de una loca de remate, que me intentaba hacer reír cada día. Soy hija de la mujer más fuerte del mundo. Soy la que se pone el chaquetón en casa y sales con camiseta de manga corta a dar una vuelta. La que duerme con pijamas de invierno en verano, y la que duerme con pijamas de verano en invierno. Soy una risa, pero también una lágrima fácil. Soy un "qué calor hace" en pleno invierno y, un "qué frío" en medio verano. La que, pese a que le compran el llavero más grande que encuentran, ella siempre sigue perdiendo las llaves. La que no sabe ni lo que comió el día anterior. Y es que, ya sé, que soy un desastre en toda regla, que no tengo arreglo, pero pese a todo, pese a que no intente ser la estrofa más bonita, ni tampoco pretender ser poema, soy el verso que rima con el tuyo. Y es que, el día que conseguimos ser estrofa y poema, ese día todo cambió. No para peor, si no para mejor. Me cambió la vida, esa persona me abrió lo ojos, me hizo ver las cosas desde otro punto de vista. Me enseñó a volar con los pies en el suelo y a soñar con los ojos abiertos. Me enseñó vivir cada día como el último del resto de mi vida. Me enseñó a distinguir una rosa de una margarita, ya que me las traía todos los días. Me enseñó a sentirme bien con el mundo. Y sobre todo, a sentirme bien conmigo misma.
Esa persona tiene nombre y apellidos. Pronto los conoceréis.
Soy Lucía, ¿y tú?
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Besos De Panda (MattyB)
FanfictionResumir 365 capítulos en solo un par de líneas siempre es y será tarea difícil. Pero he aquí mi intento. Mi vida nunca fue fácil, hasta el día que todo cambió, hasta un 29 de febrero. Ahí todo dió un giro de 360º. Soy Lucía, ¿y tú?