6:28 am. Moscu, Rusia

19 3 0
                                    

El sol empieza a asomarse lentamente en el alba, el cielo tiene un tono rojizo rosáceo, camino por la plaza roja con paso constante.

Hace frío, pero sigo andando sin dudar, el portafolio que llevo en mano pesa, no puedo pensar en lo que lleva dentro... sin embargo lo sé.
Pero me han prohibido pensarlo, es común, el anonimato en mi trabajo es esencial, es parte fundamental de ser un espía.

Doblo en la esquina y sigo caminando, las tiendas de la alameda están cerradas, en las calles rondan algunas personas con perros o niños.

Personas que van camino al trabajo, todos civiles.
Vuelvo a doblar hacia la derecha, camino lentamente, estoy consciente de que tendré que ser veloz, no puedo dejar ningún cabo suelto todo sera rápido y eficaz, como siempre a mi mando, a la siguiente calle se encuentra el hotel Intercontinental Moscow en donde se hará la entrega, camino apresuradamente, mi respiración se empieza a agitar.

¡No debo perder el control!
¡No debo perder el control!

Me recuerdo mentalmente a mi misma, siempre me pasa lo mismo, siento las emociones a flor de piel, las emociones son malas.
Para mi trabajo cualquier atisbo de emoción no indicada en el momento no indicado podría ser fatal.

Camino erguida, y con paso firme entro en el loby, es un lugar espacioso e iluminado, y claro aquí no hace frío, pero eso no es de importancia, me dirijo al recibidor y hay una chica rubia rojiza de ojos verdes, me sonríe con amabilidad, yo le devuelvo la sonrisa y le doy una ID, falsa por supuesto, junto con mis papeles que acreditan el uso de la habitación 523.

- Buenos días.
Le digo y ella mira la ID.
- Buenos días Señorita Herkgen.
Ella revisa mis papeles cuidadosamente, siguiendo el protocolo de rutina.
- Todo esta perfecto Señorita.
- Gracias.
Ella toma una tarjeta con un listón rojo y me la tiende
- Con esta podrá adquirir el servicio del hotel, su cita llegara a las 7:00 am, disfrute su estancia en Intercontinental Moscow.

Me sonríe ampliamente y como acto reflejo le devuelvo la afanosa sonrisa, tomo las llaves, mi ID , la copia y todo lo guardo en mi bolso. Oh, mi bolso, es un artilugio de lo más especial, puesto que está diseñado para ciertas ocasiones intrincadas.

Me dirijo a la izquierda tal como es indicado y subo al elevador, una vez ahí cierro los ojos y me trato de relajar, el elevador se detiene las puertas se abren y salgo. Me dirijo a la habitación 523, entro y me quedo mas relajada, la habitación es espaciosa, sus paredes son blancas y se puede ver todo Moscow desde el balcón, me asomo y a lo lejos diviso la plaza roja y la Basílica, en la habitación se encuentran 3 sillones y una mesa de madera rojiza que hace conjunto con el decorativo rojo de la habitación, tomo asiento y de mi bolso saco el microchip comunicador, es una especie de audífono invisible que se adhiere al vestíbulo del oído. Prácticamente indetectable, me lo coloco con cuidado y saco el celular, marco el número del cuartel enviando mi ubicación y enlazando el microchip con el cuartel, escucho dos bip cuando contesta Liev Schreiber, mi jefe.

- Agente Chenkovich esperábamos su llamada.

- Aun no llega el sujeto target , sin embargo ya estoy en posición.

- Quiero que estés atenta y escuchando las indicaciones del técnico en todo momento ¿entendido?

- Si Señor.

Y se escucha el silencio de ultratumba indicando el fin de la llamada, guardo el celular en el bolso y camino al baño, es blanco con un ambiente relajante, se siente calor, levanto la vista y con la mirada busco el origen del cambio de temperatura, en la esquina superior derecha se encuentra una rendija que es el aire acondicionado.

Hay un enorme espejo modernista y en el me veo reflejada, mi pelo anaranjado esta alborotado en ondas, mi tez esta pálida y mis ojos verdes me miran inexpresivos, cara de poker.
Bajo la mirada y checo la hora en mi reloj, casi las 7:00 am
Siento un pequeño toque de electricidad, y escucho un zumbido.

Glory & GoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora