Witches Town

5|The history

Vale, el golpe en la cabeza había sido mas fuerte de lo que me creía,               ¿acababa de hablar con un petirrojo?
Aunque todo había parecido muy real estaba claro que era imposible. Oí la puerta y en cuanto me gire vi a a una señora de unos 60 con el pelo blanco, los ojos los tenia negros y una suave sonrisa estaba posada en sus finos labios.

-Buenos días, Elizabeth- dijo mientras me escrutaba el rostro- Se que tienes muchas preguntas, pero tienes que saber una cosa antes de nada, soy tu abuela, Elein Wolf. Y se que seguramente me tendrás que preguntar mil cosas pero ahora mismo quiero hacerte una pregunta yo, donde esta tu padre?

En cuanto lo dijo mi mirada se entristeció y pensé que volvería a llorar pero no, ni una sola lágrima. Me odie a mi misma por eso, ¿que clase de hija llora solo una vez por la muerte de su padre? Una respuesta: Yo.

-¿Sabes quien fue?- lo había sabido antes de preguntarme pero al parecer quería asegurase.

-Si esto.... Elein..... Bueno abuela, fueron unos hombres vestidos de rojo con este puñal- Saque el puñal del bolsillo del pantalón, aunque no recordaba en que momento había llegado ahí.

- Eso me temía, por suerte a ti no te hicieron mucho daño. Después te contare todo lo que quieras saber de esos hombres, al menos todo lo que yo se.... Pero ahora mejor empezar por preguntas mas suaves ¿vale? A por cierto, me puedes llamar abuela Elein.

- Mmm si vale abuela Elein- tenia tantas preguntas en mi cabeza que no sabía por cual empezar así que fui a lo básico- ¿Donde estoy?

- Estas en Witches Town, Ciudad de las brujas, en la finca de la familia Wolf, en la habitación, que hace muchos años fue de tu madre.

En ese momento entro por la ventana el petirrojo, Pulchino.
Hola pequeña, hola abuela Elein

-¡¡¡¡No soy pequeña!!!!- fue lo único que me vino a la cabeza.

Mi abuela me miro divertida y soltó una sonora carcajada.
- Espera, tu también lo oyes?- ¿No estaba loca? Igual le habían enseñado a hablar a este petirrojo.

-Si que lo oigo, pero dejaremos las explicaciones para después del desayuno, seguro que estas muerta de hambre.

En ese momento me sonaron las tripas, sonreí  porque realmente me estaba muriendo de hambre.
- Si por favor, tengo mucha hambre.

Mi "abuela", que raro se me hacia llamarla con ese nombre, me condujo por unas escaleras con barandilla de madera y escalones de mármol, esa casa parecía de ricos, muy ricos y yo que estaba acostumbrada a lo mínimo ahora me encontraba en un espacio enorme y solo podía preguntarme, por que huiría mi padre de un lugar tan maravilloso como este?, entramos en una cocina grande con una mesa de madera en el centro, absorta en los fogones había una señora de unos 30, debía ser la cocinera.

- Amelia, se ha despertado la pequeña Elisabeth, Elisabeth te presento a Amelia la cocinera y encargada de conseguir que esta enorme casa funcione- dijo frunciendo el ceño- No se ni como lo consigue.

-Abuela Elein, es un placer trabajar para usted y siempre se lo he dicho no importa la manera, una a de ganarse la vida y a mi me encanta este trabajo.

-Si eso me lo has dicho aun que no entiendo el por que, de todas maneras dejemos este tema, Elisabeth tenia hambre, ¿le podrías preparar algo, por favor?

-Claro, ¿Elisabeth que te apetece?

- Un bocadillo por favor, de tomate y jamón si no es mucha molestia. Además llamarme Eli, lo prefiero.

Me dedico una  amplia sonrisa y se puso manos a la obra. Mientras, mi abuela, decidió seguir con la charla que habíamos dejado en la habitación.

-¿Te puedo hacer un pregunta?- asentí con la cabeza para que prosiguiera- ¿Tu padre te hablo alguna vez sobre la magia?

- Soy atea- no sabia muy bien a lo que se refería así que cuando vi la sonrisa que asomo en su cara me alegre de no haberla decepcionado con mi opinión sobre la religión.

-No me refiero a Dios sino al poder de la naturaleza en si, pero por tu respuesta ya veo que no.

Haber, mi abuela me estaba diciendo que la magia existía, no lo creía eso era imposible, aunque por un lado explicaría lo del maldito pájaro que hablaba. En ese momento me dio el bocadillo Amelía y conseguí posponer la charla sobre la magia. La cual claramente NO existía.

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Bueno espero que os guste, comentar que os parece, también la otra historia,si hay algo que no os guste también decirlo.
Bssssssss

Altygm