μετενσάρκωση ( Reencarnación: Camus)

8.- Pensamientos de un hombre y padre.

Este capítulo lo hice en mi trabajo en tres días, espero les guste y disculpen las faltas o confusiones, si tienen una duda con gusto les ayudaré n.n

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Ella supo mi talón de Aquiles....

Fui vulnerable ante sus encantos de mujer,

Dice odiarme, pero sé que en el fondo finge odio,

Todopoderosos dioses de mi pueblo,

Al cabo de tantos siglos,

He aprendido la lección....

Pretender hacer a mi manera las cosas,

Me han costado el amor de ellos dos....

Mi columna, mi corazón,

Y mi amor maldito....

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.

.

El sueño se le había espantado, faltaban dos horas para la dolorosa agonía a la que se enfrentaba cada amanecer, a esa hora todos los empleados de su mansión dormían y solamente él permanecía en vela. Apretó entre sus dedos un dije en forma de escorpión de color rojo similar al que ella tenía tatuado en su espalda, ese escorpión que él no se cansó de besar todas las veces que la hizo suya.

Aún tenía en sus oídos los gemidos salidos de su garganta, en su retina cada parte de su cuerpo que se sacudió bajo el suyo y el aroma de su cabello en sus fosas nasales.

Se sentía completo e incompleto a la vez.

¡Qué ironía!

La luna con su tímida luz se colaba por su ventana iluminando una parte de su cama, aquello le hizo rememorar cuando Camus era un pequeño bebé y a veces no quería dormir y le tocaba cantarle una antigua canción de cuna de su pueblo. Ciertas noches el satélite descubría al pequeño dormido plácidamente y aquello a sus dioses ponían celosos porque para ellos no era admisible que un humano que descienda de un inmortal sea tan hermoso como ellos.

Aún me duele tu partida,

Sé que pronto volverás,

Pero esta espera es agonía...

No te me has manifestado desde hace dos siglos y medio en sueños

¿Por qué...?

Flashback.

Los dos siglos posteriores a su desaparición, Camus se le aparecía a su padre en sueños como un niño. A veces Dégel no podía descifrar lo que su amado hijo le decía y si lo hacía era pocas palabras.

Sísifo el mismo día en que dejó el mundo, se había encargado de que su alma no vagara en ningún rincón de la casa, ni que anduviera en el limbo porque si no podía reencarnar.

En una de esas noches esto fue lo que le dijo...

"¿Por qué te presentas así?"

Sin dudar respondió.

"porque fue la época de mi vida en que fui tu mayor idolatría, me pusiste en un pedestal por encima de tus dioses y creencias.... No querías que yo creciera... sabías que los habías desafiado...

"¿me estás castigando...? ¿Por qué? Si te quise tanto. No puedo soportar todos estos años solo... dime ¿cuándo volverás a mí?

"no puedes preguntarme eso, no eres el dueño de mi vida"

Dégel sonrió triste ante esas palabras que fueron un puñal a su corazón de padre.

"lo soy...tienes una parte de mi alma en ti, yo te cree desde mi sangre y mi poder. Eres mi hijo en todas las vidas que tengas"

Los ojos del niño se oscurecieron, lo siguiente que iba a decirle iba a ser doloroso en cierta forma para su padre. Dégel deseaba tenerlo para abrazarlo y no soltarlo más.

"no seré tu hijo cuando quieras, perdona si te hablo así, pero mi alma es humana y seré hijo de mil padres y mil madres. No tienes poder sobre mi destino... dos personas me llevarán hasta ti cuando vuelva a nacer porque necesitaré tu protección, pero no seré tu hijo...."

"¿quién te traerá? Tú lo sabes por favor dilo, ¿quién te dará vida de nuevo? y ¿quién te conducirá hasta mí?

El niño calló mientras gruesas lágrimas bañaban sus mejillas, esa información la iba a saber en su momento. No quería despedirse de su padre, pero su tiempo ya había finalizado y debía esperar el tiempo correspondiente para nacer de nuevo, en otro vientre y con un padre diferente al que había conocido.

"¡Camus!"

Desde esa noche él no volvió a manifestarse, pasaron dos siglos y medio y entonces él pensó que había una posibilidad de su regreso, Sísifo le dijo que la reencarnación era impredecible, podía tardar siglos, ese silencio en sus sueños no significaba nada.

―tú lo sabes todo.

―no todo Dégel, yo no mando en el destino ni en los hilos de la vida.

―pero viste que tendrías dos hijos―refutó sintiendo que le ocultaba algo― ¿por qué no puedes decirme cuando volverá Mi Camus?

El castaño le dijo que aquello estaba aplazado para otros años más, sus hijos nacerían cuando la civilización fuera más tolerante, no quería sufrir por la Inquisición cuyas células aún permanecían exterminando a todo aquel que no se ajustaba a sus designios, tampoco quería transformarse en un ser vengativo como él quién ya llevaba muchos muertos descendientes de aquellos que le arrebataron a Camus. Dégel se había reservado el nombre y la descripción física de la persona que se había manchado las manos de la sangre de su hijo.

Tenía odio y sed de venganza tanto que aquellas muertes lo arrinconaron a que su alma oscureciera un poco, sus ojos violetas antes puros, ahora destilaban maldad cuando se enojaba o reconocía a un cazador de inmortales. La situación era muy diferente con Kardia, ella lo había maldecido.

―solo espera―le había dicho Sísifo.

―mientras que ellos sigan castigándome... a veces pienso que me odian en vez de verme como uno de sus hijos... mi poder se fue, mi hijo lo perdí y a quien amé no lo recuerdo casi... ¿ acaso no pueden responderme?

―no los desafíes―dijo el castaño.

"desoíste nuestra orden"

"gracias a ustedes el amor se convirtió en un dolor insoportable"

"¿te costó esperar un poco más?, fuiste el único que tuvo hijo en el época en que los reyes perseguían a aquellos que no seguían sus creencias, él debió nacer en la misma época en que lo harán los hijos a de Sísifo, por eso su vida fue corta, no debió haber nacido en 1362.

"no quiero que vuelvan a intervenir en mi vida... me han destruido con sus malditos designios..."

Desde ese día solo oía a Sísifo.

Ahora que Camus estaba por nacer nuevamente, sentía que su corazón volvía a latir mucho más, sólo que ignoraba que el mismo inmortal que estuvo detrás de su muerte hacía cinco siglos pretendía hacer lo mismo....

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Sé que fue corto, aún faltan algunas cosa por explicar entre esos la relación entre Carrie y Kardia con Camus, se sorprenderán cuando se descubra una promesa para con Camus.