Admirador Secreto. (WonHui)

Admirador secreto.

Un nuevo día, un nuevo poema en su casillero. Jun estaba harto de todos esos mensajes, todos los días un nuevo y cursi poema aparecía en su casillero de metal; si supiera quien es su admirador secreto, le diría que no estaba interesado en él y lo golpearía en la cara para que no se le olvide.

—Agh, ¿es que no se cansa de esto? —una vez mas arrugó el papel reciclado y lo tiro al suelo.
—¿Otra vez tu admirador? —Wonwoo sonrió divertido al ver la reacción de su amigo y este puso los ojos en blanco en forma de afirmativa— ¿Qué esta vez?
—Probablemente otro poema, no lo sé —El castaño se encogió de hombros antes de tomar sus libros de aritmética.
—Al menos tomate la molestia de tirarlo al cesto, ¿si? —el azabache de frías facciones levanto el bollo de papel y lo abrió— Veamos que dice... "Te necesito para respirar, necesito tus ojos para ver, necesito tus labios para sentir, necesito tu alma para vivir, necesito tu existencia para sonreír, te necesito para saber amar" —leyó—. Woah, un romántico empedernido.
—Dices eso cada vez que lees los poemas que me da —Jun cerró de un golpe la puerta de metal de su casillero y miró a su mejor amigo—, ¿acaso te estás enamorando de él? ¿Debería dejar un papel pegado en mi casillero diciéndole que lo amas y que te deje cosas en tu casillero?

—Claro que no, Jun —negó el menor de los dos y comenzó a caminar—. Es solo que me parece un lindo gesto de su parte... Quien sabe, tal vez sea un chico realmente guapo —se encogió de hombros.

—Si en verdad lo fuera, daría la cara —replicó y Wonwoo rio fuertemente.

—Jun, debo irme a clases... voy tarde —anunció tocando el reloj en su delgada muñeca y le sonrió—. suerte en Aritmética, has tu mejor esfuerzo.

  El azabache comenzó a correr en la dirección contraria a la que caminaban, pero su destino no era realmente sus clases –ya que aun tenía diez minutos para entrar–, si no que debía encontrarse con MingHao en el viejo laboratorio de la escuela para darle el siguiente poema para Jun.

—¿Otra vez arrugó la hoja? —el chico rubio rio divertido al ver la cara del mayor.

—Yah, mocoso, —le pego con dos dedos en la frente y este dejo de reír al instante— no te pago para que te burles de mi.

—Usted no me paga lo suficiente —MingHao hizo un leve puchero mientras tomaba el próximo poema dedicado a Wen Jun Hui—, por lo que puedo burlarme sin remordimientos.

—Si continuas riéndote dejaré de pagarte —amenazó.

—¿Por qué no se rinde de una vez? Está claro que usted no le gusta y comienza a detestarlo —comenta el rubio guardando el papel en su bolsillo.
—Recuerda que no sabe quien soy, el no tiene idea que soy yo el que deja las notas —replicó—, yo soy solo su mejor amigo que jamás le dirá la verdad.

—¿Por qué no? Tal vez le corresponda sus sentimientos... —inquirió.

—¿Y que tal si no es así? No me arriesgaré a perderlo, prefiero demostrarle mi amor oculto detrás de los arbustos. Ahora debo irme, tengo clases y no quiero llegar tarde otra vez por estar hablando contigo, ¿recordaste pagar su almuerzo?

—Si, hyung —asintió el menor.

—Perfecto, adiós. 

  Nuevamente Wonwoo comenzó a correr, esta vez sí llegaba tarde a su clase.

Cuando salieron de sus respectivos salones, ambos amigos se encontraron en el casillero de Jun.

—¿Que tal te fue en tu examen? —Jun se apoyo en su casillero ya cerrado mirando a Wonwoo, quien tenía la vista perdida en algún punto de la pared contraria a ellos. Para él, su perfil era lo mas perfecto que había después de su brillante sonrisa y su profunda mirada –y luego decía que el cursi era su admirador–.