Segundo Capitulo.

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Mis manos se pusieron frías, no podía creer lo que estaba leyendo, balbuceé en voz baja, escribí y borre el mensaje que iba a responder más de quince veces, cada vez que terminaba de escribirlo, se me ocurría algo nuevo que decirle, en eso duré más o menos 20 minutos. Para nada, ya que como idiotizado termine escribiendo; "Vaya, que cambiada estás". Cerrando los ojos para poder pulsar "Enter" y enviar el mensaje con todo el nervio del mundo.

¿pero nervios por qué?, ¿quién es ella para luego de 5 años llegar y ponerme como el propio idiota?.

- "Vaya, que cambiada estas", ¡¿es en serio?! Definitivamente algo anda mal conmigo.

Duré horas reprochándome una posible mejor respuesta, el ¿qué pensaría ella de mi?, el ¿por qué si supo que era yo, tomo esa actitud y se fue tan rápido?, pero durante todo este tiempo lo que más me reprochaba era el ¿por qué le estoy dando tanta importancia a esto?

Resulta que le estoy dando completa prioridad a un simple encuentro con alguien que no veo desde hace 5 años, sin ningún tipo de contacto, sin motivo alguno, me niego rotundamente aceptar que siento algo por ella, ya que efectivamente no tenía certeza de eso.

- ¡Por Dios, es ilógico! - Me dije en modo de reproche.

Justo luego de hacerme esa auto-critica, un sonido de la lapto indico que había recibido un nuevo mensaje, volé, literalmente dí una carrera tan olímpica que si unos productores de cine me hubiesen visto, yo sería el protagonista de la próxima película de Flash.

Era ella, Dios mío, soy un hombre de 20 años y parezco un adolescente con los nervios a flor de piel solo por recibir un mensaje de una chica.

- Esto debe ser un chiste. Dije reprochándome una vez más.

No podía negar el hecho de que me daba pánico el contenido de ese mensaje, pero más pánico me daba despertar de un momento a otro y que nada de esto sea real.

Simplemente abrí el mensaje, como debía ser.

- Dios mío, sí has sido tú, no puedo creerlo, de verdad no puedo creerlo, sigues igual de distraído. Decía su mensaje.

- Angie, ¿por qué? ¿por qué si sabías que era yo te has ido de esa manera? no sabes las vueltas que todo esto me estuvo dando en la cabeza. Respondo.

- No tenía la seguridad de que fueras tú, además cuando murmure tu nombre has hecho un gesto extraño y por eso pensé que me había confundido de persona, sumándole que hasta donde tenía entendido, aún vivías en Montreal con tus padres.

Ahora que lo pienso, lo que ella decía tenía sentido, mi viaje a Vancouver fue muy improvisado, tanto que ni mis amigos sabía, ¿cómo esperaba que Angie supiera que era yo?.

- Tienes razón, lo siento mucho, simplemente estaba sorprendido, tu cara se me había hecho familiar pero en el momento no logre reconocerte.

- No pasa nada Stev, anda, tenemos literalmente varios años sin hablar, ¿podemos vernos mañana en algún lugar y conversamos un poco? si puedes y quieres, claro está.

¿Angie me acaba de invitar a salir?, comienzo a pensar realmente en lo extraña que es la vida, como te quita, pone o devuelve personas, comienzo a pensar que todo es una obra perfecta, y yo como buen creyente del destino que soy, intento creerme del todo que esto es una simple jugada más de él.

Seguía sin entender, por qué esta sensación de ansias tan fuertes, era como que algo dentro de mi realmente quería ver a Angie, no pensando en nada más que una amistad, como he dicho antes "el destino está escrito ya". Más que todo es saber, que por primera vez en mi vida sentía que no había perdido del todo a una persona, que no simplemente era "alguien más que paso por mi vida" como lo creí desde el momento en que tuvo que mudarse. O tal vez si lo fuera, pero eso no era lo que yo quería creer en ese momento.

- Si, si quiero, mañana está bien para mí, ¿qué te parece el Meat & Bread?, Digo.

El Meat & Bread es una muy buena cafetería de Vancouver, a la que tenía varios días queriendo ir, y pues esta sería la ocasión perfecta para hacerlo.

- El M&B está bien, espero que se te haya quitado lo impuntual, te veo a las 4 pm, debo dormir, hasta mañana. Dice ella cortando rápidamente la conversación.

- Descansa, Angie.

Si hay algo que aún recuerdo claramente sobre ella, es que tenemos el mismo amor por el café, por eso pensé en ese lugar.

¿Esto realmente acaba de pasar? hace un par de horas, estaba pensando en cómo responder un simple mensaje y ahora tengo una cita con ella para el día de mañana.

Seguía firmemente creyendo en la teoría del destino.

Me fui acostar, realmente moría de sueño, pero aquella loca, extraña y repentina alteración en el curso de las cosas, hacía que se me dificultara conciliar el sueño, sin embargo luego de un rato, el sueño por fin había vencido.

A la mañana siguiente me desperté a la hora habitual, fui a lavarme los dientes, y luego a desayunar, mi plan de la mañana sería que luego del desayuno, iría a trotar un par de vueltas a la urbanización, sería muy divertido, ya que iba a poder ver cuantas cosas habían cambiado en 5 años de mi ausencia.

así transcurrió el trote, como lo planeado, no había cambiado mucho en realidad ese entorno, a excepción de unos cuantos árboles, y algunos banquillos para sentarse.

Aunque cuando me venía regresando del trayecto a mi casa, una voz muy familiar salió de una casa.

- ¡Bájale volumen a la música! - Grito la voz familiar en el interior de un casa.

No le preste mucha atención y seguí rápido para la casa, el subconsciente no me dejaba en paz y se encargaba de recordarme a cada 3 segundos, que hoy me vería con Angie.

- La mente domina al cuerpo, vaya que si - Exclame con una sonrisa irónica en la cara.

Entré a mi casa.

Aún quedaba tiempo y comencé a buscar lo que me pondría para ir a ver a Angie hoy, soy del tipo de hombres que no se mortifica tanto por eso, puedo ponerme fácilmente lo primero que consiga, pero esta vez me esforcé, quería que por primera vez mi apariencia de despistado no se hiciera tan notoria.

A medida que pasaban las horas aumentaban mis nervios, y eso automáticamente hacía que yo me sintiera un idiota, mi estilo de vida desinteresado en este tipo de ocasiones se había esfumado en menos de 48 horas, y lo peor... por una persona que quizás, veía este encuentro como algo más, totalmente normal.

llego la hora, salí de mi casa y me dirigí al lugar de encuentro con Angie, durante todo el camino no pare de lamentarme por no haber preguntado que ropa llevaría puesta, así podría reconocerla.

Llegue a la entrada del local, eran las 4:05 pm. como las pareces son como de una especie de vidrio, pude ver al fondo, vi al fondo automáticamente, recuerdo que en secundaría cuando comíamos en la especie de cantina, nos gustaba sentarnos en las mesas del fondo.

Ella no se había percatado de que yo estaba afuera, y me escondí entre unos jarrones grandes que estaban en la entrada, estaba aterrorizado, solo pensar en esa primera palabra para romper el hielo, yo siempre he sido malo rompiendo el hielo.

No sé qué pasaba, no sé qué ocasionaba todo esto, no sé si estaba bien o mal sentirme de esta manera tan rápido, pero si de algo estoy completamente seguro, es que desde que Angie "apareció" en esta historia, me había hecho olvidar por completo los problemas que me perturbaron al principios, las mismas dudas que me había hecho llegar hasta allí.

Entré al local a su encuentro...

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