Prólogo

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Y allí acostada se encontraba el cuerpo de Kagome, la reencarnación de Kikyo y ahora la sacerdotisa de la aldea. Alado de ella se encontraba su hija Mitsuki, quien lloraba sin poder evitarlo. Su ya anciana madre moría, y como cada ser humano, su tiempo ha llegado.

-Mitsuki, espero que sepas vivir tu vida sin arrepentimientos. —Le dijo Kagome con una sonrisa.

- Lo haré, madre.

Su hija adulta le dio un beso en la frente y salió de la cabaña. Y entonces entró la persona que más amaba.

Inuyasha se arrodilló a su lado y besó su mano, trataba de contener sus lágrimas pero hasta el más orgulloso de los Hayou lloró con fuerza.

-Inuyasha, gracias por amarme en esta vida.

-Kagome, esto duele mucho, mucho. —Dijo el peli plateado agarrando su pantalón.

-Perdón por irme antes, por favor no dejes de vivir. Te amo

-No me dejes, me juraste estar conmigo toda la vida. — Dijo entre sollozos el Hayou.

-La vida humana no es tan larga, amor.

Inuyasha Taisho se arrodilló sobre la tumba de Kagome Higurashi

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Inuyasha Taisho se arrodilló sobre la tumba de Kagome Higurashi. Cerró sus ojos, sus lágrimas recorrían su rostro y su cuerpo temblaba.

-Amar tan profundo siempre termina con un final triste. Kagome, rezare por tu próxima vida y tu nuevo amor, pero yo ya no puedo volver a pasar por esto. Te amo y te amaré aunque no estemos juntos en nuestra reencarnación.

If We Love AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora