Era otro solitario día para Junhong, camino a casa, volviendo de la escuela. Tenía puestos sus audífonos, como siempre, para que la música lo distrajera un poco de su soledad.
En pleno invierno los días eran más cortos y las noches más largas, por lo que aún siendo poco más de las siete de la tarde estaba bastante oscuro. Y había algo en esa particular tarde-noche que lo hacía sentir intranquilo.
Metió sus manos en los bolsillos de su abrigo chocolate. Había hecho nada más que siete cuadras de la institución, así que mejor tratar calmarse por el resto del camino observando el vaho que emanaba de su boca.
El frío, que era cada vez más intenso, y esa horrible sensación que todavía no lograba sacarse de encima, lo obligaron a desviarse de la ruta que siempre seguía. Decidió tomar un atajo por un callejón, y con suerte llegaría más rápido, si no se equivocaba.
Comenzó a preguntarse si sería una mejor idea volver por donde había venido y retomar su ruta anterior cuando se topó con una oscuridad casi total por la falta de alumbrado público en el estrecho callejón.
Un escalofrío recorrió su cuerpo, mas no por la baja temperatura, sino por
la escena delante suyo después de tan solo avanzar unos pasos. Era siniestra.Se distinguían dos figuras, que parecían ser hombres de traje negro, a cada lado de otro hombre, que se encontraba arrodillado en el suelo, con las manos sobre su cabeza. Uno de los primeros estaba amenazándolo con un arma.
Junhong estaba petrificado. Su lógica le decía, no, le ordenaba que corriera, pero simplemente no podía. No podía ser tan inhumano de escapar y dejar que esos tipos llevasen a cabo semejante acto. Tenía que hacer algo. Y, maldiciendo su conciencia, se abalanzó lo más rápido que pudo sobre el tipo con el arma, forcejeando para quitársela.
No esperaba que el tipo fuese tan fuerte; seguro había tenido algún entrenamiento porque el joven pudo notar la seguridad en sus movimientos, a pesar de haber sido tomado por sorpresa.
Junhong sabía que no aguantaría mucho más, y si no lograba salvarse por lo menos quería asegurarse de que el hombre de rodillas si lo hiciera.
"¡Váyase!" le gritó al susodicho, quien, aunque aterrado sí pudo reaccionar y huir, a diferencia del chico.
"¡Ve tras él!" le ordenó a su secuaz el hombre que lo sostenía del brazo.
"Daehyun se encargará de él," fue lo que le contestó una voz grave y más calmada, con seguridad.
"¿Qué mierda crees que haces entrometiéndote así, mocoso?" sacudió a Junhong el tipo con el que todavía forcejeaba, hasta que logró apuntarle a la cabeza. El otro hombre seguía inmóvil en su lugar, observando la escena.
El chico apretó los ojos fuertemente, ignorando las lágrimas que amenazaban con salir, al sentir el frío metal presionando cada vez más duro la piel junto a su ojo derecho.
"Himchan," volvió a sonar la otra voz, pero no fue tomada en cuenta.
"¿No sabes que la curiosidad mató al gato...?" el nombrado tironeó de la bufanda del adolescente al que apuntaba, ahorcándolo un poco.
"¡Himchan, basta!" repitió el segundo hombre, tomando a su compañero por el brazo con el arma, y quitándosela. Junhong pensó que el de voz grave era mucho más fuerte que el otro porque, a diferencia de él mismo, sí pudo arrebatarle la pistola.
"¡¿Qué mierda te pasa, Yongguk?!" el tal Himchan parecía muy ofendido; no entendía la insolencia del otro.
"No es nuestro trabajo."
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Home, Sweet Home (BangLo Oneshot)
Fanfiction¡¡¡Feliz cumple, Piu!!! Para la más besha del Wattpad, ah. Ojalá te guste, aunque no salió lo que planeaba... Se suponía que esto iba a ser una compilación de varios oneshots, pero no me dio el tiempo. (;n;) Sólo llegué a escribir un BangLo, pero fu...