Capitulo I

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27 de Noviembre del 2015

Querido Diario:

No puedo creer que nuevamente me tenga que ir a vivir a otro lugar. Mis padres llevan ya 2 años sin saber bien si quieren estar separados o seguir con su matrimonio de 10 años; son jóvenes y no saben qué hacer al respecto. Ellos planeaban vivir una vida llena de viajes y de recuerdos, pero poco pudieron hacer cuando mi Madre se embarazó de mí. No fue mi maldita culpa que yo fuera el espermatozoide más rápido.

Llevamos 5 horas en el auto y mis padres aún siguen discutiendo sobre las malas energías que las ciudades tienen, como excusa a su mal matrimonio. No los culpo por querer salvarlo. Pero sí de no asumir que la culpa es de ellos.

Eres y siempre serás mi única forma de escapar de la realidad, también lo son los libros, pero creo que ya estoy empezando a volverme loca. Yo también quiero vivir una historia de amor, también quiero amigas y vivir como una adolecente normal, pero creo que eso aún no puede ser, o por lo menos no hasta que mis padres crean su matrimonio salvado.

Nos hemos mudado a un pequeño pueblo, no recuerdo bien el nombre, creo que tiene el nombre del personaje de una caricatura. Antes vivíamos en California, y ahora estamos viajando por el estado de Alaska a nuestro próximo hogar. Espero que esta vez pueda por lo menos vivir más tiempo en un mismo lugar, la mayoría de las veces solo estamos 6 meses y nos mudamos. Tengo una cierta corazonada con este lugar, quizás porque es un pequeño pueblo o solo estoy algo agitada por tanto viaje.

Pasadas las horas por fin llegamos al lindo y pequeño pueblo de Homer, Alaska. Es algo así como una península. Es muy verde y el aire se siente fresco, algo demasiado reconfortante para mis pulmones, algo nuevo de hecho. Todo es silencio, o quizás aún me hace falta conocer el lugar.

Apenas llegados al pueblo pude ver algunas personas pescando, creo que esto se da mucho por esto lados, gente con botes y alguna a orilla de playa. Pasado el pequeño centro del pueblo, nos dirigimos a nuestra "Nueva" casa, y entre comillas, porque es algo poco menos un monumento del pueblo, pero es lo que mis padres pudieron encontrar a buen precio, ya que digamos, tanta mudanza y viajes de muchísimas horas no somos millonarios.

Llegados, mis padres comenzaron a desempacar, ellos siempre han dicho que luego habrá tiempo de conocer el lugar o la casa. Pero prefiero adelantarme, a que tengan una nueva pelea por el control de la televisión y quieran mudarse. No digo que por cosas así vivimos como gitanos por el mundo, pero siempre comienzan con pequeñas cosas como estas. Pude ver cuando entré en nuestro hogar dulce hogar, que si quisiéramos podríamos invitar a todo el pueblo y ellos caberían en nuestra nueva casa. Para estar un poco antigua y vieja desde afuera, por dentro se encontraba muy bien cuidada. Tenía un salón donde iban a ir claramente los sofás y el gran televisor, que por cierto, es el orgullo de mi Padre. Y hasta a veces creo que debería ponerme celosa de todo el cuidado que le da, pero bueno, solo es algo de lo que me puedo reír ya que nunca hemos sido muy unidos como familia, incluso siendo hija única.

Cruzando la entrada se encontraba otro salón, con grandes ventanales y candelabros de terror. La casa tenía mucho espacio, ya que todos los salones estaban unidos a un mismo pasillo que recorría toda la planta baja. Bajo la escalera había un lindo armario cliché, casi creí que podía encontrar a Harry Potter ahí, pero para mi decepción solo había telarañas. Pasando por un costado de esta y cruzando el gran salón del terror, se encontraba una amplia cocina, y digo amplia, porque estaba en la parte trasera de toda la casa. Tenía islas con taburetes, dos cocinas, gracias a dios Papá y Mamá no se iban a pelear por cocinarse el desayuno en la mañana. Una gran despensa separada por una puerta, nunca comprábamos mucha comida, pero mi madre siempre había soñado con algo así, espero que pueda llenarla.

En medio de toda la cocina, con temática de madera, se encontraba una puerta blanca con persianas en su ventana, creo que esto daba paso a nuestro patio trasero. Al abrir la puerta me encontré con un amplio lugar verde por las últimas lluvias. Solo era pasto, no tenía ninguna modificación y espero que así se quede porque es perfecto, quizás pueda plantar algunas flores y un árbol para ponerle un poco más de vida.

Subiendo la chirriante escalera hasta la planta más alta, pude notar que solo tenía 4 habitaciones, una matrimonial, una un poco más pequeña y dos que creo que quedaran para visitas. O para la oficina de Papá. Mi habitación quedaba en el extremo de la casa y al extremo de la habitación de mis Padres, agradezco que hayan comprado una casa y no un apartamento. Aunque bueno, en este lugar iba difícil de encontrar alguno, o creo que en Homer no hay. Odiaba escucharlos discutir por las noches, ya que nuestro "hogar" era un apartamento y no existía la privacidad.

Me gustaba mi habitación, tenía un color opaco, y aunque yo no soy una persona extremadamente feliz, en serio que me deprimía el color. Me senté unos momentos en la ventana de la habitación para poder ver mejor el lugar en el que se encontraba la casa; no estaba cerca del pueblo pero se veía una vista hermosa desde mi ventana. Pude notar que tenía un baño propio y agradecí internamente a la persona que hizo este lugar. Privacidad por fin, un punto a favor para mí.

Luego de explorar totalmente mi nuevo cuarto, decidí volver ayudar a mis Padres a descargar algunas cajas del auto. La mudanza llegaría en algo así de 3 días. Teníamos nuestras cosas, pero no cabían todas en un auto familiar. Por lo que solo teníamos colchones inflables para pasar hasta que llegara todo.

Mis padres tenían la mayoría de las cajas vacías en el salón que iba a ser para la televisión, se encontraban organizando cada cosa, donde iba a ir en un futuro cuando llegara la mudanza, colocando cada recuerdo de ciudades encima de la chimenea, que por cierto, no había visto cuando entré a nuestra nueva casa. Yo solo me preocupé de buscar mis cosas y dirigirme a mi cuarto.

Llevé a lo menos cinco cajas que eran mis cosas. Dos cajas estaban llenas de libros, que tenía desde pequeña o simplemente me había comprado. Una con el colchón inflable, provisorio. Una con mis cuadros de amigos de primaria y de infancia. Y la última eran cosas pequeñas que debía organizar llegada mi mesa de noche o mi escritorio.

Probado mi colchón y organizada mi maleta en el armario, pude bajar y darme cuenta de que mis padres estaban fascinados con la cocina. Y como yo supuse, con el lugar donde iban hacer sus desayunos cada mañana.

Estaban tan distraídos o encantados, que decidí salir a conocer el lugar. Homer no es un lugar donde te puedas perder y sentir miedo, o por lo menos eso siento yo. Es un lugar con muchos árboles y bosques, pero más ciento curiosidad que miedo de conocer este lugar.

Al parecer es un lugar muy artístico, tiene muchas tiendas con pinturas, hay músicos en las calles y diferentes restaurants con buena pinta. Pude llegar a tiempo al muelle para poder ver el hermoso atardecer, y por primera vez pedí con todas las fuerzas, que este sea mi hogar, me sentía realmente bien. Era artístico, hermoso y era un pequeño pueblo, alejado de ruidos fuertes, malas personas y sobre todo, aquí no iba a vivir una historia de amor. Otro punto a favor para mí, solo quiero una vida tranquila. Terminar mi secundaria sin mayores problemas de adolescente, como el "amor". Si no pude vivirlo en California, ¿Cómo iba a ser posible en este lugar? Estoy alejada a vivir clichés, más que vivir en un hogar tan antiguo, pero con eso podría vivir.

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2016 ⏰

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