Revelando secretos [LMD#2]

CAPÍTULO 33 Comienza el desafio.

Narra Gray.

Al poco tiempo nos sentamos en el murito que estaba cerca de nosotros nos mirábamos sin decir nada pero no era incomodo me sentía bien estando a su lado, no puedo definir esos sentimientos cuando la bese o más bien ella me besaba porque era ella la que se adueñaba de mi boca y yo trate de hacerlo también pero los nervios no me dejaban. Sé que esto no se quedara así voy a adueñarme de ella como sea.

Adueñarme de ella...

Eso suena muy pervertido.

O yo lo estoy pensando de esa manera.

Rayos...

Me acerque un poco más a ella y la tome de la mano, me miro con una de sus tiernas sonrisas sus mejillas estaban coloradas y sus labios hinchados por el beso, ya no quería saber como me encontraba yo.

— Te ves lo más de tierno así — susurró con picardía... Parece que ella me ayudo a saberlo.

— N-No digas esas cosas — me sentía sumamente avergonzado, pero feliz.

— Deberíamos ir a comer muero de hambre.

— Si... Pero tú madre aún no debe haber empezado a cocinar — dije apretando más el agarre para que no se apartara sinceramente quiero estar más tiempo a su lado.

— Tienes razón — bufo mientras se acercaba más a mí dejandome sin espacio personal — se siente bien estar así.

— Si... — en eso no se equivocaba me encantaba su aroma y su ternura era hermosa — oye... Juliana — me miro. Era mi oportunidad de quitarme esta duda que yació por lo mencionado antes — ¿por qué pensaste en que me gustaba Cristal?

Al principio se sorprendió pero luego relajo sus facciones y sonrío de manera tonta — Los vi hablando muy amistosos además de ese abrazo que le diste, y pues... Pensé que te gustaba.

— Pero que tonta — dije poniendo la mano en mi frente. Sentí un golpe en la cabeza.

— ¡Oye! No soy tonta solo dije lo que vi — masculló molesta.

Me reí por lo bajo — Lo sé lo lamento aunque seguro tu sabías de sus sentimientos ¿no es así?

Se volvió a sorprender — ¿tú los sabes?

— Sí, se me confeso hoy a la salida, por eso lo del abrazo — me alce de hombros restándole importancia.

— P-Pero... ¿entonces la rechazase? — abrió los ojos incrédula — ¿lo hiciste?

— Pues claro, no puedo corresponder si no siento lo mismo — estaba muy tranquilo.

— Vaya entonces ella... ¿qué le dijiste?

— Mmh veras, ella llego muy tímida a mí me dijo todo lo que sentía pues yo solo podía pensar en ti y eso — hice una pausa y proseguí — entonces le dije con mucha amabilidad que no podía corresponder sus sentimientos porque me gustabas tú.

— Ya veo y el... Espera ¿¡Qué?! — gritó y me hizo sobresaltar — ¿así nada más?

— Claro ¿qué tiene eso de malo? — la mire extrañado.

— Que ahora se enterara que yo una amiga suya gustaba del mismo chico que ella pero no tuve el valor de decírselo — hablé sin hacer pausa que me quede sin aire entonces me provocó jadeos.

— No te debes alterar mucho.

— ¡Cómo que no! ¿y si piensa que soy una mala amiga? O peor aún ¿qué soy una interesada que no le interesan los sentimientos de los demás solo los suyos?