Cuarto Capítulo.

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Recordé un muelle que hay en Vancouver, en ese momento era un buen lugar para la ocasión. Eran eso de las 6:30 pm , y en dicho muelle encendían muchas luces, verdad que era todo un espectáculo.

Al llegar Angie parecía confundida.

- ¿Qué estamos haciendo aquí? - Pregunta.

- Lindo lugar ¿no? - Digo mirando al agua.

- Me encanta, ¿Pero por qué me trajiste aquí? 

- En la cafetería no tenía que responder, no era que no quería hablar sobre eso, todo lo contrario, yo llegue aquí teniendo ese mismo conflicto existencial.

Ya comenzaba a tener un impulso de sinceridad, cuando tiempo sin poder expresar todo esto es voz alta.

- Siento que hoy me has sacado un tarro de ignorancia de mi cerebro, hace un par de horas en la cafetería describiste a detalle en lo que yo me estaba convirtiendo últimamente, una persona que le buscaba una respuesta a todo, cuando la verdadera respuesta de todo es que no importa lo que este haciendo o que esté pasando, debo hallar la felicidad, ¿Pero como? - Me reprocho.

- Steven la felicidad la consigues cuando consigues estar en paz contigo mismo, cuando te despiertas cada mañana predispuesto a cualquier aventura que la vida pueda presentarte en ese momento. - Responde ella con firmeza. 

- Todo estos años me he creado una especie de capa estúpida para protegerme, cuando ni siquiera se que carajos quiero protegerme, me he convertido en un paranoico. - Exclamo con frustración. - Desconfío de todo ser humano que se me acerca, sin saber que en mi intento de protegerme solo me hago más daño, le reprocho ala vida el hecho de sentirme tan solo, pero apenas se presenta la ocasión de que alguien pueda hacerme compañía,  solo me encargo de alejarla. Consiente o inconscientemente.

- No entiendo Steven, ¿Como es posible que puedas identificar tu problema con tanta claridad y aún así te quedes de brazos cruzados quejándote por no tener lo que quieres, pero ni tu sabes aún lo que quieres? - Dice Angie con cara de asombro. - Esto realmente es complicado porque si ya pasaste la fase mas difícil de todas que es la identificación del problema, ya solo quedara de tu parte si consigues acumular la fuerza de voluntad para intentar cambiar todo eso que te tiene afligido.  

De un momento siento que rapidamente se acerca hacía mi y de un momento a otro me dio un abrazo muy fuerte, quede totalmente en shock, similar a cuando una ola en la playa te golpea y te deje atónito, a los segundos reaccione, y le respondí el abrazo.

- Las mejores cosas ocurren cuando menos las esperas Steven, se vuelven mágicas,  Tienen la capacidad de cambiar por completo el rumbo de las cosas y cambiar el rumbo de las cosas aveces es un requisito para encaminarnos por el camino correcto. Solo se necesita tener realmente la voluntad de hacerlo. - Dijo mientras tenía la cara sobre mi pecho. - Dime Stev, ¿desde cuando no te dan un abrazo de esta manera? Sin necesidad de sacar excelentes calificaciones, sin que sea año nuevo, sin ningún tipo de motivo en especial, solo la grata sensación de estar en tu compañía.

No dije ni una palabra y  solo aumente la fuerza con la que la abrazaba, sentí que ese momento fue eterno, una eternidad de unos cuantos segundo, pero eternidad al fin.

Pasaron como 5 minutos en completo silencio, estábamos simplemente sentados en un muro que daba frente al muelle, de pronto ella se levanta entusiasmada, como si se le hubiese ocurrido algo.

- Ven te toca seguirme a mi. - Dice Angie con esa hermosa sonrisa en su rostro, mientras me toma de la mano para levantarme a mi también.



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⏰ Última actualización: Jun 16, 2016 ⏰

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