AMOR SIN FIN

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Me encantaba que mamá hiciera sus platillos especiales para los viernes en familia, la casa olía a pasta y salsa de tomate.

El olor llegaba hasta mi cuarto, me estaba terminando de cambiar, abroché los botones que me faltaban del vestido y ya ni me vi en el espejo por él hambre que tenía.

Baje las escaleras y fui al comedor, papá leía una revista mientras que mamá acomodaba los cubiertos.

—Holly, ya está la comida lista —orgullosamente miró sus creaciones y no tarde en tomar asiento—. Pero espera, querida —fue a la entrada al escuchar que alguien tocaba.

Me le quedé mirando a los platos, me rugía el estomago.

—Logan, pasa, llegas justo a tiempo —la escuché saludar y cerrar la puerta—. Nos da gusto que hayas aceptado venir a comer.

—¿Papá? —lo miré confundida y él señaló el florero que estaba en la mesa y no me dejaba ver al frente.

—Tu mamá pensó que sería buena idea invitarlo —quité el florero y pude ver que había puesto un plato de más, el de Logan Wells.

—¿Por qué hoy? —me deje caer en mi asiento—. Pensé que le había dicho que no me gusta, ¿por qué todavía quiere juntarme con él?

—A mí tampoco me agrada la idea de que tengas novio pero comprende a tu mamá —dejó la revista a un lado—. Quiere que te diviertas y vivas ese romance adolescente —tomó mi mano para darle un leve apretón para animarme—. Dale una oportunidad.

—Pero no necesito uno y Logan ni me gusta —me quejé en voz baja.

Logan Wells, el chico que conocía desde la infancia y vivía al final de la calle. Su cabello era negro y siempre lo tenía bien peinado, su padre era dentista y su madre era maestra.

Logan algún día sería un doctor, era un buen chico, en las fiestas mi mamá siempre bromeaba con la señora Wells diciendo que su hijo estaba apartado para mí.

No era feo, tenía una sonrisa perfecta y antes cuando estudiábamos juntos todas las chicas le hacían cumplidos a sus ojos verdes.

Yo le hablaba porque nuestras madres se llevaban bien y él me ayudaba con las tareas cuando se me dificultaban, o tenía flojera de hacerlas.

Todos los miércoles mamá iba a tomar el té con la señora Wells.
Sí, en un día miércoles fue cuando mi mamá decidió que quería verme casada con Logan.

La señora Wells le había contado que Logan estudiaría medicina y mi mamá compartió su emoción con ella.

Al regresar a casa, mamá entró a mi cuarto sin avisar porque me quería medir con una cinta, me dijo que en una boda el vestido era lo más importante y por eso empezaríamos por ahí. Ella creía que Logan era un buen partido para mí y yo no le daba la razón.

—James, ¡quita tus manos del pan! —le gritó mi mamá al entrar con Logan detrás.

—Perdón querida pero no puedo aguantar más, todo huele delicioso —alejo su mano de la canasta.

—Señor Parker, gusto en verlo —Logan se acercó a mí papá que ya se había levantado para saludar y yo lo imité—. Y también a ti, Holly —me dio un beso en la mejilla.

Ringo Starr: Amor Sin Fin (One Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora