-¡Alice! -
-¡Adam! - gritamos ambos al mismo tiempo y el rió haciendo notar su pequeño hoyuelo.
Bien, este era el momento en donde no sabia que decir, ¡vamos! teníamos ya dos años de "conocernos" y aún me ponía nerviosa el hablar con el.
Sonreí y el devolvió la sonrisa a través de la pantalla. - ¿Nerviosa? - levanto sus cejas de arriba a abajo.
- Callate - dije despacio.
- Callame - otra vez, no. ¿Por qué diablos no aprendes Alice?
- Sabes que si estuviera ahí lo haría- reí bajito y el rodó los ojos.
- Así que... ¿Cómo fue tu día mi princesa? - con los apodos no, por favor.
Y ahí es cuando empezaba a contarle mi día y el me contaba el suyo, era ya una rutina de todas las noches, si no era vídeo llamada, había una llamada. Y es que, esas eran mis favoritas, el solo escuchar su voz, porque vaya que me encantaba su voz.
Lo conocí cuando yo tenía catorce años y el quince, en un grupo de facebook donde había fans de varios artistas, y desde el momento que le hable no pudimos parar. Si, yo le hablé.
El romance se fue dando poco a poco, pero como un juego, jamás pensamos en terminar así, enamorados.
Y es que es cierto lo que dicen, en broma y broma uno de los dos se enamora. Pero aquí la diferencia es que fuimos los dos.

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Si tu quieres
Lãng mạnY es como algunos dicen: "cuídate de los escritores pues ellos son los únicos que pueden enamorarte sin tan solo tocarte" Pero, ¿Qué pasa cuando mi escritor esta a miles de kilómetros? ¿Qué pasa si mi escritor no es escritor, sino, un chico tonto qu...