My curse [m-preg]

Capítulo 2.2 ~ Luna roja

-Lleva sin llamar tres días -se quejó Stiles por enésima vez. Derek rodó los ojos y lo miró de soslayo.

-Nos avisó que iban a ir de caza, mucho es que tienen enchufes para que Roshan cargue el móvil. Y mucho es que te siga llamando después de acosarlo a preguntas, que eres un pesado -se quejó el moreno gruñendo levemente. Su novio hizo un mohín y cerró el libro que leía. Se movió en el sofá tras dejarlo a un lado y lo miró con ojos cristalizados.

-¿Y si se olvida de nosotros?

-Créeme que con un padre como tú, no se va a olvidar en la vida. Más que nada porque montarías el numerito yendo allí y suicidándote ahí en medio o algo así. -Stiles soltó una carcajada y le dio un golpe en el hombro, provocando la sonrisa del lobo-. No te preocupes, también es que, no sé si sabías, que mañana es la luna roja. Es algo especial para los lobos.

-¿Luna roja? -preguntó el castaño frunciendo el ceño-. ¿En qué consiste exactamente?

-Pues es un eclipse lunar, en el que la luna quedará totalmente detrás de la tierra, no le llegará la luz del sol directamente, estará en la umbra de la tierra... es difícil de explicar, pero ocurre en muy raras ocasiones.

-¿No son así todos los eclipses? ¿No consiste en que no le llega la luz solar a la luna?

-Sí, pero el eclipse normal suele coincidir en la zona de penumbra, en el que una parte de la luna recibe la luz del sol, pero en la zona de umbra, la tierra cubre a la luna completamente, con lo que recibe la luz que se transfiere del reflejo de la tierra: la atmósfera sólo deja pasar el rojo.

-¿Y por qué es especial para los lobitos? -preguntó enroscándose de tal manera que Derek no sabía cómo no se rompía algo en esa postura.

-Pues los instintos los tenemos a flor de piel. -Stiles enarcó una ceja, sugerente-. Bueno, en mi caso eso nunca ha pasado porque hace muchísimos años de la última, y no estaba contigo. Sí que veía a algunos que les pasaba, pero yo simplemente quería cazar, aullar y cegarme con mis instintos.

-Es decir, que mañana será una noche interesante -dijo el castaño con una risa.

-Lo más seguro es que sí -repuso el lobo encogiéndose de hombros-, así que espero que hoy duermas bien y mañana tengas energías suficientes.

-Ay lobito, si tú supieras... me hicieron especialmente resistente a los chuchos pulgosos. Tendré todo el aguante para mi lobo -murmuró dándole un beso, provocando la sonrisa del moreno.

***

Derek llevaba raro todo el día. Lo cierto era es que normalmente no era demasiado locuaz, era más bien taciturno, y más después de tantos años juntos, Stiles se había acostumbrado al mal humor del lobo, agradeciendo a veces eso para que su pantera tuviera independencia.

Pero aquel día estaba excesivamente extraño. No le había hablado, había estado ausente y por la mañana ni siquiera se había quedado en la cama un rato -como llevaban haciendo desde que empezaron aquella relación.

Ello condujo a que Stiles estuviera de mal humor por el mal humor de su lobo, así que se mantenía a distancia, al menos lo que le permitía las medidas de la casa, modesta e íntima, ideal para dos personas, o tres ajustadamente. Era la misma casa donde llevaban viviendo tantos años, pero nunca les gustó lo ostentoso, y el hecho que ese lugar conservara el olor de Roshan hacía que Stiles no quisiera abandonarla nunca.

En un punto de la tarde decidió sentarse en el cuarto de su hijo, con las piernas cruzadas en medio de la cama. Lo echaba de menos, aunque realmente Roshan estaría exactamente igual de Derek, ya que eran tan parecidos que asustaba, al menos tendría entretenimiento, ya que el lado pantera de su hijo le hacía poder entablar conversaciones más acordes a su raza que con Derek. Por mucho que lo adorara, no era lo mismo que una pantera. Por suerte o por desgracia, ya que no estaba seguro de que pudiera soportar a una pantera si fuera como él mismo, tan idiota como el castaño.