C I N C O

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- Tengo frío - susurro con la intención que me suelte y pueda ir a encerrarme a mi cuarto.

Está situación es tan incomoda...

- Que raro- sonríe - yo tengo calor

Mojo mis labios- River acabo de salir de ducharme con agua fría y me estoy congelando- le digo con los ojos cerrados.

- ¿Querés que te abrase?- mira mis labios- para que no tengas frío

No quiero que piense que puede dominarme, intimidarme hacer que baje de nivel. Por eso, pongo mis manos en su pecho y lo empujo.

- Qué tengo frío mierda- le digo.

Volteo sobre mis talones y voy a mi cuarto. Cuando llego me apoyo en la puerta de espalda y trato de recuperar mi ritmo cardíaco.

No entiendo por qué mierda me pongo hací. Nunca en lo que tengo de vida me e puesto hací por un chico. Por ninguno. Ni siquiera creo en relaciones serías.

Pero tubo que venir River y cagar todo.

Me cambio por mi pijama de verano. El calor es insoportable y ya no aguanto, como extraño a mi querido amigo él invierno. Cuando termino me dejo mi cabello lleno de ondas suelto.

El sonido del celular hace qué mire hacia la mesa de luz y vea iluminada la pantalla de éste. Me aserco y veo él número de mi casa. Lo agarro y miro él número dudando si atender o no.

- Hola- decido atender.

- Hola- la voz de mi padre. La esperanza de que me pida disculpas por su exagerada reacción al tatuaje, y poder volver a casa, crece en mi. Vuelve a mí la conversación que tuve con Luca diciéndome que no pasaría acá los cuatro meses completos. Sonrió y espero que termine- Tu madre quiere hablar con vos- la sonrisa que creció en mi se borra y una rebelde lágrima cae por mi mejilla.

- Esta bien- mi voz sale ronca por culpa del nudo que se formo en mi garganta.

No sé si habrá escuchado mi voz por qué se forma un silencio en la línea. Oigo su respiración pero eso no me dice nada de como está en este momento.

- Hola mi cielo- escucho la voz de mi mamá

- Hola ma

- ¿Como éstas?

- Bien y ¿vos?

- Extrañándote hija

Me quedo un rato más hablando con mi madre. No saqué tema de mi padre pero ella siempre trato sacarlo. Yo trate de ignorar ese tema, me dolió mucho lo que hizo. Yo de estúpida tenía esa esperanza de qué él me pida volver a casa.

Pero nada.

Ni siquiera para preguntar como estoy. Siento que lo hace a propósito con él fin qué yo me quiebre frente a él y le pida volver. Pero no le voy a dar ese placer. No me arrepiento de hacerme él tatuaje. Es mi piel. Mi brazo. Mi cuerpo. Mío, no de él.

Me acuesto en la cama y trato de dormir pero no logro consiliar él sueño. Me nuevo tanto de la cama que saca de lugar las sabanas. Me levanto enojada conmigo y con las estúpidas sabanas.

Si, con las sabanas. Aunque ni siquiera tengan vida.

Mira la cama toda desecha y me enojo tanto que me pongo a llorar de rabia. Agarro él final de la sabana y la tiro. La bronca me domina y empiezo a desarmar todo, más de lo qué estaba. Empiezo a gritar y llorar hasta que me tropiezo con la sabana en él piso y caigo de trasero a esté. Con las pierna empujo la cama haciendo un ruido horrible. No me importa hacer ruido por qué Luca se fue y Carmen todavía no viene de la empresa.

Inefable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora