Parte 1

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En esta parte del mundo todas las personas se burlan de lo que es diferente, aunque sean de su misma especie. Todos tenemos diferencias y a mi me han marcado muchas desde que comenzó la adolescencia. Algunas de la diferencias que he podido notar han sido desde el nombre que me puso mi famosisimo padre, ya que mi madre al momento de nacer solo le importaba drogarse, acostarse con hombres y emborracharse, desde entonces mi padre tomo la decisión de criarme por su cuenta. Todo iba bien hasta que cumplí ocho años, ese día mi padre y yo fuimos a comer a una pizzeria, en la entrada del local pude ver a una mujer sumamente delgada, con ojos grandes y unas ojeras  que marcaban su cara. Podía ver como ella se acercaba a mi, diciéndome - ¿Scarlett? ¿Eres tu? ¡Estas tan grande!-. Mi padre solo me tomo de la mano, dirigiéndose al auto para así irnos del lugar, al entrar al auto le pregunte a mi padre -¿Quien es ella, y por que sabe mi nombre?- el solo se quedo callado y empezó a conducir, al llegar a otro local mi padre me explico que aquella mujer era mi madre por lo que yo me sorprendí al oírlo, desde ese momento todo  empezó a parecerme extraño. 

Empece a cerrarme con mis ''amigas'' y ellas decidieron hacer lo mismo y no rogarme mas, todas aquellas que decían ser mis amigas comenzaron a burlarse de mi por una marca de nacimiento que tenia desde mi pómulo derecho hasta una de mis clavículas. A los 16 años comencé a fumar y a meterme mas en las drogas. Un año después mi padre perdió su trabajo y al encontrar uno nuevo en la ciudad de Agloe, en Nueva York, rápidamente nos mudamos. Encontramos una casa bastante grande, una escuela, en donde me inscribieron. 

Conocí a nuevas personas en la escuela, todos parecían normales hasta que vi a un chico que me llamo la atención, aunque parecía ser el sueño de cada una de las chicas. Era alto como de 1.85, la mayoría de los días vestía de tonos oscuros como el negro en los pantalones, sus camisas y sudaderas de color gris o azul marino y era delgado. Me parecía muy lindo a comparación de todos los que estaban ahí pero sabia que nunca se fijaría en mi.

Los primeros días descubrí que aquel chico lo habían puesto en el mismo salón que yo, era inevitable verlo pero al parecer también lo era para el, pensé que me veía tanto por mi  marca de nacimiento. Pasaron  los días y seguía observándome, un día al salir del salón unos tipos pasaron corriendo e intencionalmente me tiraron la mochila y comenzaron a burlarse, el chico que tanto me observaba se acerco a mi, se arrodillo y empezó a recoger mis cosas, me quede sorprendida y para disimularlo lo empece a ayudar a recoger. El al momento de verme sonrió y entre risas me dijo -descuida, son unos estúpidos-, yo sonreí, nos levantamos, el me dio mis cosas, le dije gracias y se fue.

Los Sueños De ScarlettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora