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—Buenos días...—alguien susurró dulcemente al oído de ChanYeol por la mañana, y abriendo los ojos lentamente, se encontró con el rostro de KyungSoo junto al suyo, sus ojos miraban directamente a los de él.

—Buenos días...—murmuró medio dormido, con la voz ronca por el sueño.

—¿Sabes qué día es hoy?—preguntó, moviéndose rápidamente cerca del cuerpo del otro chico, acarició sus brazos mientras descansaba su cabeza sobre el pecho del más alto.

ChanYeol se limitó a sacudir la cabeza y besó la frente de KyungSoo, con los ojos cerrados. En realidad no era una persona madrugadora, pero sabía cómo era el más bajo.

—Es nuestro aniversario.—dijo KyungSoo, pellizcando el brazo de ChanYeol como si estuviera enojado por haberlo olvidado—¿De verdad no lo sabías?

—Sí... por supuesto que sí.—mintió—Sólo estoy con un poco de sueño... Dame unos minutos.

ChanYeol comenzó a dormitar otra vez hasta que se quedó dormido por completo abrazando al pequeño y cálido cuerpo de su pareja. Con un suspiro, tras un tiempo KyungSoo se libró del abrazo y se levantó, caminando hacia la cocina para hacer el desayuno.

—¡Yah! ¡Despierta ya!— KyungSoo llamaba desde fuera del dormitorio.

El chico que estaba todavía en la cama abrió los ojos casi en contra de su voluntad ante aquel grito. Arrastrando las piernas bajo las sábanas se puso de pie y se dirigió al baño para lavarse la cara y arreglar un poco la fachada mañanera que llevaba. Fue a la cocina y se sentó a la mesa, tratando de mantenerse despierto.

—Aquí.—dijo KyungSoo con una sonrisa, sentado en frente de él y dándole una taza de café con unas tostadas—Deberías ducharte rápido o vas a llegar tarde a clase.

—Mierda...— ChanYeol había olvidado por completo de que era su primer día de vuelta a la universidad después de las vacaciones de verano. Estaría empezando su tercer año y había sido completamente tedioso para él hasta ahora.

Durante los últimos tres años, había tenido que ver como todo se repetía, día tras día, se había vuelto molesto y realmente tedioso para él. La felicidad que sintió cuando sus padres le regalaron su auto en la Navidad del 2012 no estaba ahí cuando lo vio por segunda vez, y se sentía estúpido tener que fingir para su familia. Y esa no fue la única vez que tuvo que fingir de esa manera.

Todos los recuerdos que ChanYeol había pensado como felices y agradables, habían sido un poco decepcionantes la segunda vez que pudo vivirlos.

Después de despertar en el hospital, había hecho rápidamente una línea de tiempo con todos los detalles que recordaba haber vivido, sólo para demostrarse a sí mismo que no estaba imaginando cosas, que efectivamente había viajado en el tiempo. Todo había sucedido como él había predicho, y poco a poco había comenzado a sentirse cómodo con la idea de que todo era real. Todos los eventos de esos últimos años los había vuelto a vivir. Pero, por desgracia, se había dado cuenta y entendido lo que el papel de la mujer había tratado de decir en realidad, de que todo era diferente la segunda vez.

Todos los sucesos eran igual, pero se sentía demasiado diferente a la primera vez que los había vivido. Tal vez fue el hecho de que no había nada que realmente le sorprendiera, nada nuevo y emocionante, pero en cambio las partes de su vida que había dejado atrás, y algunas de ellas que realmente deseaba volver a sentir, se habían quedado en el pasado.

En el segundo año, se había mudado a su nuevo departamento, que el mismo había comprado, se había teñido el cabello como lo tenía en el 2016, de color castaño. Cuando se miraba en el espejo, había puesto en duda su cordura durante esos años. Tenía el cabello color rojo brillante y quería ser tomado en serio...

La segunda vez es diferente ↬ ChanBaek ↫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora