SIMÓN ÁLVAREZ
SIMBAR
Como se lo prometí, acompañe a Ámbar hasta su casa, procurando que no ejerciera mucho esfuerzo en su pierna. Creo que era lo mínimo que podía hacer después de ser el causante de su malestar.
Le rogué, incluso suplique, que fuera a verse con algún doctor pero como siempre ella manteniendo su orgullo sin importarle las consecuencias que tendría que afrontar más adelante.
¿Le costaba tanto mostrar sus debilidades?
Pues claro que sí.
A veces me sorprende toda la fuerza que demuestra tener, pero sé que detrás de esa apariencia de chica fría y fuerte se oculta una chica muy frágil a la cual protege formando una coraza enorme a prueba de balas. No entiende que de ese modo termina alejando a todo aquel que sólo quiere ayudarla, como yo.
De alguna manera ha avivado un fuego en mí que creía extinto, o tal vez es solo mi manía por ser solidario con los demás, pero sé que hay algo más tras ello, lo sé. Llama mi atención de una manera distinta que antes no logre ver por tener los ojos fijos en otra persona que no merecía mi atención.
—Simón, ya llegamos. —informó deteniéndose frente a la mansión.
Meneo la cabeza despejándome de mis ideas.
—Sí, me doy cuenta. No te preocupes, tocaré el timbre. —dije al ver que palmeaba la parte trasera de su pantalón en busca de sus llaves.
Toque un par de veces esperando una contestación, que llego segundos después por parte de una señora.
Escuche gritar un 'esperen' para luego abrirse la puerta dejando a la vista a la mucama de la residencia que conocía a la perfección.
—¡Aurora! ¿Cómo has estado? —ambas mujeres me miraron con el ceño fruncido— ¿Qué dije?
—Amanda, soy Amanda. Por milésima vez. —por el tono que implemento creo que no le agradó que confundiera su nombre.
—No estoy para esto. Amanda, ¿Podés dejarnos pasar de una vez? —preguntó disgustada.
—Sí, señorita Ámbar, disculpe. —se hizo a un lado para que entrara cogeando y espero a que prosiguiera.
—Disculpa, uhmmm. —pensé por un rato adivinando mi error y evitando volver a cometerlo— ¿Anastasia? —intente adivinar entrecerrando los ojos.
—Limitáte a ayudarme. —demando Ámbar ya adentro, hice lo indicado.
—¿Es tan difícil aprenderse mi nombre? —cuestiono en un murmullo esa señora cuando pase.
No sé por qué no podía aprenderme su nombre, es que simplemente mi cabeza no lo procesaba, pero bueno dejemos de lado ese tema.
Con cuidado subimos las escaleras para ingresar a su habitación y así descansara el tobillo.
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➸ ¿Todavía Te Amo? {Mambar}
Fanfiction❝Nuestra historia comenzó hace dos años. Fuimos la pareja perfecta ante los ojos de los demás y, aunque les cueste creerlo, yo sí la amé.❞ ✏ Primer fanfic publicado de la pareja 'Mambar'. ✏ Nuevos capítulos cada dos días de la semana. ✏ Vers...