Única Parte.

1.2K 211 57
                                    

El joven chino se entretiene mirando el paisaje. No hasta hace dos horas el sol comenzó a ponerse y los primeros rayos iluminaron los verdes campos. Sus ojos se sienten pesados y sin darse cuenta los va cerrando, parpadea un par de veces antes de volver a dormir sin darse cuenta.

ㅡJoven...joven...ㅡlo llama una señora, MingHao abre los ojos confundido, parpadea un par de veces antes de darse cuenta que la señora lo está mirandoㅡ. Llegamos a destinoㅡle sonríe, para luego bajar del autobús. MingHao mira por la ventana y sonríe, todo rastro de pereza desaparece cuando ve aquélla terminal que pisó hace seis años atrás. Se apresura a tomar su mochila y cuando baja le entregan sus maletas, le abona algo de dinero el chico y camina a su único destino.

Seis años pasaron desde que estuvo en aquélla ciudad, la conoce a la perfección porque toda su juventud está allí, esa ciudad lo vio crecer y convertirse en un hombre, incluso lo vio partir para formar su futuro y ahora está devuelta. Mientras camina por las calles se encuentra con la confitería de la señora Kim, sabe que Mingyu ya no vive ahí pero de todas maneras entra; el timbre de la campana suena y MingHao espera la llegada de la mamá de uno de sus amigos, nadie llega pero sigue ahí, se detiene a observar el lugar y nota que nada cambió; las golosinas siguen en sus mismos lugares, el piso de madera sigue estando e incluso la mancha en una de las esquinas del local. MingHao se acerca y la observa, se ríe al recordar como esa mancha se originó allí.

Cuando estaba en sus ocho años, Mingyu lo invitó a la confitería de su mamá luego de la escuela, él aceptó muy feliz y por supuesto llevó a JunHui con él. En esos días el mayor no estaba de buen humor, la mayoría del tiempo se encerraba en su cuarto, incluso cuando su mamá le avisaba que MingHao había llegado para jugar. La señora Kim les dio unos chocolates y ellos tomaron asiento en una de las mesas posicionadas en las esquinas del lugar, Mingyu había subido a su habitación para sacarse el uniforme y MingHao, quien no aguantaba más la distancia, encaró a JunHui.

No recuerda bien que le preguntó a JunHui, pero si la respuesta de éste.

"Déjame y ve con él, lo quieres más que a mi."

Ahora se empezaría a reír si alguien le dijera eso pero en ese entonces se trataba de Jun y no era cierto, MingHao quería a JunHui como a nadie y por esa razón, del enojo, quiso darle una bofetada en el rostro pero Jun se movió y la mano de MingHao terminó en la pared, ¿si recuerdan que comían chocolate? La mano de MingHao estaba llena de chocolate derretido y la mancha en la pared se formó, aunque no tenía la forma de una palma porque Jun había pudo quitar algún que otro rastro pero no todo.

ㅡBuenas tardes, ¿qué busca?ㅡla voz de la señora Kim lo toma de sorpresa, provocando que MingHao de un pequeño brinco en el lugar. Se voltea y sonríe.

ㅡA usted, señora Kimㅡse acerca hasta el mostrador, la señora Kim lo observa unos segundos y luego lo abraza.

ㅡ¡Hao! Cielos, estás enormeㅡdice, aplastando sus cachetes.

ㅡFueron seis años, crecí...ㅡresponde riendo, la señora Kim palmea su hombro mientras le sonríe tiernamente.

ㅡ¿Acabas de llegar? ¿quieres comer algo?ㅡle pregunta, observando sus maletas.

ㅡPor hoy tendré que rechazar su deliciosa comidaㅡdiceㅡEstaré un buen tiempo aquí...volveré a verla y comeremos juntos, ¿sí?

ㅡEs una promesa, Hao.

Unos minutos después, MingHao sale de la confitería con una pequeña bolsa de caramelos, y no cualquier tipo de caramelos, unos especiales.
Mientras sigue caminando, arrastrando su maleta con él, recuerda algo más. Es su último recuerdo en esa ciudad, del día que decidió dejarla.

memorias ; junhao.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora