Cuando Te Conocí |KaraIchi|

I

Hoy era un día lluvioso, la mayoría del aula no había venido. Mientras que los demás de vez en cuando me hablaban para sacar conversación o andaban en sus cosas. Oh, claro... hoy tocaba literatura.

-Karamatsu-kun, Karamatsu-kun. -Me habló alguien de modo susurro, por lo que me dio un pequeño papel con algo escrito.

"Te espero en la salida".

Aquel papel me lo había enviado ----, y escribí un "ok" para luego devolvérselo. La clase había pasado como de costumbre, el profesor hablaba de su vida mientras que otros trataban de no dormirse. Con un lápiz a la mano, había escrito la palabra "aburrido" en la libreta.

"Solitario", "idiota", los había escrito y otras palabras más en aquella libreta hasta que había llenado por completo una hoja de eso.

¿Desde cuando me he sentido así?, ¿Había estado satisfecho sólo con escribir eso? Yo era de mente abierta, y me aburría de vez en cuando.

Cuando era la hora de salir, me fui a los casilleros para guardar algunos objetos, al momento de irme, había visto un chico con el cabello despeinado y un aura terrorífica. Al momento de abrir su casillero, varias cartas de amenaza habían caído al suelo.

Aunque, decidí no hablarle. Cerré el casillero y corrí hacia la salida. Ren me estaba esperando ahí, tendió la mano en modo de saludo desde lejos y yo le respondí de igual manera.

-Nee, karamatsu-kun ¿Has pensado en novias por lo menos? -Habló después de un buen rato de silencio.

La misma pregunta, todos los días.

-Ya te dije...

Hizo los mismos pucheros de siempre. Parecía un niño.

Y después de eso, hubo silencio...

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Había llegado al departamento, cansado, dejé la mochila en el sillón. Mi hermana pequeña me andaba esperando en la cocina. Cuando se dio cuenta de mi presencia, corrió hacia mí.

-¡Onii-chan! -Gritó.

Era muy infantil para su edad de 15 años. Pero preferiría eso a que fuera violenta.

-¡Preparé curry! -Sonreía de la misma manera: infantilmente.

Todo era normal, ella hacía la cena en cuando llegaba, y después de eso, me limitaba a darme una ducha.

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Ya estaba listo, esta vez iba a llegar un poco temprano que de costumbre. Me despedí de mi hermana y fui corriendo hasta llegar a la preparatoria. Al llegar a mi aula, me dispuse a sentarme en mi lugar, momentos después, alguien más había llegado a parte de mi.

-Oh, buenos dí-- -era aquel tipo de ayer.

El solo me miró y se fue a sentar. El estaba al otro extremo del aula, en el ultimo asiento.

Más alumnos llegaban al lugar, hasta que la clase de Matemáticas comenzó. De vez en cuando, lo miraba de reojo, hasta qué el se dio cuenta de lo que hacía. Y solo me miró con una cara de pocos amigos.

El sonido del giz escribiendo en aquel pizarron se hizo presente, después de eso, habían pasado varios alumnos para resolver un problema, pero nadie tenía la respuesta. Así que decidí levantar la mano. Pero alguien se había adelantado.