Momentos: Peter Maximoff y TU

Noche de lluvia

Spoilers: No

Años: 80

Aviso: Hot y lenguaje

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Los truenos y el sonido del agua caer te despertaron. La oscuridad de la habitación se veía alterada cuando los rayos iluminaban el cielo, colándose por los agujeritos de la persiana.

Te incorporaste de la cama y miraste a Peter que dormía plácidamente a tu lado. Sonreiste con cariño y te levantaste con cuidado para no despertarlo. Fuiste al cuarto de al lado y subiste la persiana despacio, viendo así de pleno cómo la lluvia chocaba con fuerza contra el cristal.

Amabas la lluvia. De pequeña supiste que eras una mutante capaz de controlar el agua cuando, un día de lluvia en el que tu madre se había olvidado el paraguas, evitaste que os mojarais, manejando el agua que debía caeros encima y haciéndola caer a vuestro lado.

Nunca olvidarás la cara de tu madre al ver cómo dirigías el agua, y cuando la viste llorar y abrazarse a ti, supiste que ella también sabía hacer cosas...pero por algún motivo también supiste que no era bueno.

Te dijeron en casa que no hicieras uso de tus poderes, que si la gente se enteraba te mirarían mal...pero tu amabas el agua...amabas hacer formas y dibujos con ella cuando te duchabas o cuando quedaban charcos en tu jardín después de una noche de lluvia...

Al principio obedeciste....pero poco a poco te fue superando las ganas. Primero lo hacías a escondidas, después te arriesgabas en clase jugando con tu botella de agua. No habría haber pasado nada...de no ser aquel fatídico día en que te metiste en una pelea y, sin saber cómo, sacaste casi toda el agua que esa persona tenía dentro de si...provocando que sufriera una parada cardíaca debido a una alteración en su organismo por falta de agua.

Muy fuerte.

Esa persona pasó en coma varios meses y no murió de milagro. A ti te expulsaron, y tus padres no te dejaban salir de casa por miedo a las represalias contra ti.

Fue entonces cuando Xaviers te encontró y convenció a tus padres para que fueras con él y te formara para controlar tus poderes. Ellos accedieron al verte ilusionada con el tema y marchaste de casa...con dieciséis años.

De aquello habían pasado diez. Y ahora, varios meses después del ataque de Apocalipsis estabas allí, en un bonito piso de Nueva York, con el hombre del que te enamoraste perdidamente cuando luchaste junto a tus amigos contra el primer mutante...

Al principio no soportabas su comportamiento extrovertido y su manera de hacer las cosas...pero poco a poco fue entrando en tu corazón y acabaste cegada por su cabello plateado y su sonrisa de " Eh, dejadme a mi que yo puedo con todo"

El sonido de la lluvia al caer te relajaba y decidiste seguir mirando caer la lluvia cuando unos brazos rodearon tu cintura y notaste el aliento de tu amante muy cerca de tu oreja.

-¿No puedes dormir?

-Sabes que me gusta mirar la lluvia....

Empezó a mordisquear tu el lóbulo de tu oreja y no pudiste evitar soltar un pequeño gemido.

-¿Sabes que me gusta a mi? Despertar a tu lado y pensar que puedo hacerte el amor hasta que amanezca.

-Eso es técnicamente imposible y lo sabes

Te giró con algo de brusquedad, algo que a ti te gustaba bastante y te miró con esa intensidad que hacía que por tu cuerpo recorrieran miles de sensaciones

-Si me provocas sacarás a la bestia.

-Mmm...¿Sabes que es lo que más me gusta a parte de ver cómo cae la lluvia?