Capítulo 9: Evolución favorable

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Capítulo 9: 

Cuando Max terminó los entrenamientos, nos fuimos al hospitality porque Max se moría de hambre o eso decía él, era más exagerado. Cuando cogimos la comida, nos sentamos en una mesa un poco alejada de todo el mundo. No estaba muy segura de sí era el mejor momento para preguntarle, pero desde que Tabatha me comentó lo de la exnovia de Max tenía una curiosidad enorme.

-Juliette: antes mientras estabas en los entrenamientos he estado hablando con Tabatha.

-Max: ¿ah sí? ¿Y de que habéis hablado?

-Juliette: me ha preguntado a ver si estábamos saliendo. Le he dicho que sí ya que ha quedado más que claro después de que me has besado delante de todo el equipo. Y después me ha dicho algo, pero creo que ha metido la pata.

-Max: ¿Qué te ha dicho?

-Juliette: te lo voy a decir. Pero a ella no le digas nada. No quiero causar más problemas. Me ha dicho que se alegraba mucho de que estuviésemos juntos. Pero que se alegraba más por ti después de lo que pasó con tu anterior novia.

-Max: por eso lo decías. ¿Y no te ha contado nada más?

-Juliette: no. Solo me ha dicho eso y luego me ha dicho que lo olvidase.

Entonces noté que Max se ponía tenso, pero a la vez su cara transmitía cierta tristeza. Así que decidí cambiar de tema. No quería que estuviese triste.

-Juliette: mejor cambiamos de tema.

-Max: no tranquila. Nunca se lo he contado a nadie. Solo lo saben Tabatha y mi familia. Pero a ti puedo contártelo. Antes de salir contigo salí con otra chica. Se llamaba Valerie. Al principio nuestra relación fue complicada porque ella antes de empezar a salir conmigo tuvo una enfermedad. Y por la enfermedad que tuvo su anterior novio la rechazó y ella lo pasó muy mal. A raíz de ello su familia estaba muy preocupada por si yo hacía lo mismo con ella en caso de que volviese a estar enferma. Pero yo nunca haría eso. Es que ni se me pasaba por la cabeza. Me costó mucho que su familia confiase en mí. Con tan mala suerte que cuando llevábamos ocho meses saliendo, volvió a ponerse enferma. La primera vez tuvo cáncer de hígado y salió de ello, porque se lo detectaron a tiempo, pero la segunda vez ella llevaba tiempo encontrándose mal pero no nos dijo nada a nadie. Y para cuando quisieron darle un tratamiento ya era tarde, no se podía hacer nada y ella rechazó el tratamiento. A pesar de todo el esfuerzo para intentar convencerla fue en vano. Lo único que ella quería era pasar el poco tiempo que le quedaba de vida con la gente que más quería. Y quería morir en su casa y no en una fría habitación de hospital. Aunque no lo entendíamos, la apoyamos al máximo. Era su decisión y teníamos que respetarla. Después de que le detectasen el cáncer su tiempo de vida fue muy breve, tan solo vivió dos meses más. Cuando ella se fue, pensé que nunca volvería a enamorarme, hasta que llegaste tú. Al principio no quería salir con nadie más, por miedo a engañarla, aunque sabía que ella quería que fuese feliz y que encontrase a otra chica que me hiciese feliz, pero costaba mucho. Aunque ahora que tú estás conmigo todo es diferente.

-Juliette: lo siento mucho Max. No tenía que haberte preguntado no es asunto mío.

-Max: no te preocupes, ahora eres mi novia y tienes que saber estas cosas. Pero bueno eso es el pasado y ahora estamos en el presente y mi presente eres tú.

Que tierno era. Después de lo mal que lo había pasado, y siendo tan joven. Pero yo me iba a encargar de darle solo buenos momentos.

-Juliette: bueno chiquitín, a partir de ahora todo lo que vamos a vivir va a ser bueno ya lo verás. Por cierto ¿Qué hora es?

-Max: no tengo ninguna duda de ello. Contigo nada puede salir mal. Son las 18:30 ¿Por qué? ¿Tienes que ir a algún sitio?

-Juliette: he quedado con el Doctor Alexander para ir al hospital a ver a Carlos. Como soy la enfermera oficial del equipo puedo ir a verle.

-Max: pues te acompaño a donde el Doctor y yo me voy al hotel que estoy muy cansado.

Cuando llegamos al despacho se despidió conmigo tan solo con un adiós. Yo iba a darle un beso, pero al parecer no tenía ganas. ¿Estaría enfadado? ¿O tal vez celoso? Ya tendría tiempo de hablar con el más tarde. Ahora quería ver a Carlos.

Después de un trayecto corto al hospital, entramos y allí estaban Tabatha y el padre de Carlos. Luego querías hablar con Tabatha para decirle que con Max estaba todo bien, pero lo importante ahora era lo importante, el estado de salud de Carlos. Después de hablar con el medico entraste a verle. Al entrar te pareció que estaba mucho mejor, ya estaba intubado y sus constantes parecían ser más estables que el día anterior. El medico había dicho que era solo cuestión de horas que despertase. Me senté allí con él. Esa noche me quedaba yo con él, ya que al llegar mi a su padre y a Tabatha muy cansados y me ofrecí a quedarme yo para que ellos descansasen. Le mandé un mensaje a Max para decirle que me quedaba en el hospital con Carlos, pero no recibí ninguna respuesta. Mañana tenía que hablar con él. Empezaste a leer una revista y de vez en cuando mirabas las constantes de Carlos. Todo en orden.

No sé cuánto tiempo llevaba allí, pero me empezó a entrar mucho sueño y al cabo de poco tiempo me quedé dormida. De repente sentiste que alguien te llamaba. Al principio pensaste que sería un sueño, pero enseguida te diste cuenta que Carlos te estaba hablando.

-Carlos: ¿Juliette?

­-Juliette: Carlitos. Vaya susto que nos has dado. Ahora llamo a los médicos.

Tocaste el timbre y en muy poco tiempo los médicos ya estaban allí. El medico al saber que eras enfermera dejo que te quedases. Después de mirar sus constantes y comprobar que todo estaba bien fue a llamar a la familia de Carlos.

-Carlos: ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

-Juliette: no deberías hablar. Has estado mucho tiempo intubado y te puedes hacer daño en la garganta. Pero contestando a tu respuesta, te ingresaron ayer por la mañana. Tuviste un accidente muy grave.

­-Carlos: bueno pero lo importante es que estoy aquí.

-Juliette: sí en eso tienes razón. Estaban todos muy preocupados.

-Carlos: por cierto, mientras estaba dormido he oído a Tabatha y a mi padre hablar de Max y de ti.

En ese momento todo tu cuerpo se tensó. Seguro que se había enterado que estábamos saliendo. Le tendría que haber dicho a Tabatha y a su padre que tuviesen cuidado con lo que hablaban que a pesar de estar dormido lo oía todo. Temía su reacción.

-Carlos: me alegro mucho por vosotros. Vas a ser muy feliz con Max. Tiene un gran sentido del humor.

­-Juliette: muchas gracias Carlos. No quería que te enterases de esta manera. Max y yo queríamos contártelo en persona.

­-Carlos: tranquila Juliette. Además, nosotros no éramos nada. Y es tu vida personal y solo tú decides sobre eso.

-Juliette: eres muy buena persona Carlos. Tú también encontraras a una chica que sea la chica ideal para ti. Tabatha y tu haceís buena pareja.

­-Carlos: ¿Tabatha y yo? La verdad es que no eres la primera persona que me lo dice.

Mientras estábamos hablando entró su padre por la puerta. Decidiste dejarles a solas y después de darle un beso en la mejilla a Carlos saliste y te dirigiste a coger un taxi camino al hotel.

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The Driver and The NurseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora