Catarsis

Recuerdos

Una mosca de mediano tamaño se metió en la nariz del conserje suplente. Aunque se hubiera metido allí por curiosidad, por atolondramiento o a causa de la oscuridad, lo cierto es que la nariz no tolero la presencia de un cuerpo extraño y dio muestras a estornudar.

-No puede ser dice Travis, ya estás recordando cuentos de tu infancia. Llevo tanto tiempo en este cuarto, que no recuerdo la cara de mi mujer y peor aún la última canción que escuche era realmente una mierda ¿te imaginas que la última canción que vallas a escuchar en tu vida sea una mierda?... ¿A quien le preguntas Travis? Concéntrate estás solo acá no comiences a hablar solo

Travis yacía ahí en esa horrible sala que se caía a pedazos amarrado a una silla. Travis constaba de 3 dedos en la mano izquierda y 4 dedos en la derecha, lo mismo en los dedos del pie. Cada extremidad faltante se podía traducir a una respuesta incorrecta o algún pequeño acto de rebeldía. Travis estaba destrozado, avergonzado y humillado. Amarrado en esa silla, completamente mojado por su propia orina, dando espasmódicos saltos hasta caer de la silla solo para poder obtener unos cuantos sorbos de agua.

Travis rezaba, ni siquiera era creyente pero pónganse en la situación de estar solo muriendo en una sala ¡Mojado por tu propia orina, con 12 extremidades menos! ¿Quién no se convierte en creyente del supuesto creador y salvador de la tierra. Por algo se crearon las religiones... Por miedo, ahora Travis tenía miedo de morir.